El país fue reconocido internacionalmente por haber manejado de manera apropiada recursos destinados a la prevención del VIH/sida, malaria y tuberculosis.Una auditoría realizada a los recursos donados a la República Dominicana por el Fondo Mundial arrojó que el país obtuvo cero pérdidas en la ejecución de programas para fortalecer las respuestas ante las enfermedades virales, según informó ayer el presidente de Consejo Presidencial del Sida (Copresida), Gustavo Rojas Lara.
Los fondos asignados al país desde 2004 a la fecha, sumaron 115.5 millones de dólares, de los cuales 99 millones ya han sido desembolsados, mediante seis proyectos ejecutados por organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil.
La evaluación fue realizada por la Oficina del inspector General del Fondo Mundial (OIG) a ocho países donde se ejecutan estos programas, siendo la República Dominicana el único que no tuvo pérdidas. También destaca que de los 22 países en los cuales se han hecho revisiones desde los inicios del Fondo Mundial, la República Dominicana está entre los cuatro en los que no se ha detectado pérdida de recursos en la ejecución.
El funcionario explicó que las donaciones han hecho posible que 17 mil dominicanos afectados con VIH reciban medicamentos antirretrovirales, que diez mil nuevos casos de tuberculosis hayan sido diagnosticados y tratados, así como la reducción de la incidencia de malaria, que en este año se han reportado más de mil casos.
En la actividad participó también el viceministro de Salud Pública, Nelson Rodríguez, quien destacó que los casos de tuberculosis han descendido, si se toma en cuenta que en lo que va de año han sido registrados 3,600, a diferencia de los 4,160 reportados en igual período de 2010.
Explicó que todos los casos de la enfermedad son tratados por el Estado, que cubre los medicamentos.
Países que reportaron pérdidas, según informe
El Fondo Mundial identificó 18.8 millones de dólares en lo que calificó como “pérdidas” que se dice deben ser reembolsados por los países que manejaron inapropiadamente las partidas asignadas para fortalecer programas de salud.
Indica que una parte significativa de las pérdidas corresponden a gastos no sustentados por quienes manejan los programas.
