Santiago. La colocación de un muro, para represar la cañada de la comunidad de Guazumal, preocupa a moradores que temen ser afectados por inundaciones.Desde hace varios días la empresa tabacalera La Flor decidió tapar con cemento el afluente, supuestamente amparados en un permiso del Ministerio de Medio Ambiente. Las aguas represadas serán utilizadas en almacenes para tabaco e irrigación de sembradíos de la aromática hoja. Ante el peligro que el muro representa, los residentes en Guazumal protestaron y amenazan con destruirlo.

Dijeron que una simple llovizna ha causado inundaciones y esto empeora su situación. “No es verdad que cuentan con un permiso y si se lo otorgaron entonces los irresponsables son las autoridades del Gobierno”, refiere  Martha Valerio, una de las manifestantes. Dijeron que los obreros colocaron una especie de malla ciclónica en la cañada.

Tamboril.-La colocación de un muro para represar la cañada de la comunidad de Guazumal en este municipio, mantiene preocupados a sus moradores ante el temor a ser afectados por las inundaciones.

Desde hace varios días, la empresa tabacalera la Flor decidió tapar con cemento el afluente, supuestamente amparados en un permiso de las autoridades del medio Ambiente. Las aguas que sean represadas serán utilizadas en almacenes para tabaco e irrigación de sembradíos de la aromática hoja.

Ante el peligro que representa la colocación del muro, los residentes en Guazumal montaron una protesta y amenazan con destruir los trabajos.

Dicen que en varias ocasiones, una simple llovizna ha causado inundaciones, por lo que temen que al ser tapada la cañada pueda ocurrir situaciones más dañinas.

“No es verdad que cuenta con permisos y si se lo otorgaron entonces los irresponsables son las autoridades del gobierno”, refiere Martha Valerio, una de las manifestantes.

Obreros también colocaron especie de mallas ciclónicas como si se tratara terreno privado. Hasta el momento las autoridades de Medio Ambiente dicen desconocer el permiso con que cuenta la tabacalera.

Gabriel Núñez advierte que continuarán en pie de lucha para impedir que se materialice ese daño ecológico.

Recuerda que son varias las casas que han resultado anegados con la crecida de dicha cañada. “Esta comunidad no permitirá que nos quieran ahogar por la simple intención de un empresario”, indica Núñez.