San Antonio Spurs es sinónimo de calidad y estilo, entre tantos otros calificativos que puedan aparecer. También es un equipo muy familiarizado con estar en la cima de su Conferencia, el Oeste de la NBA. Y, por qué no, con el mejor récord de la liga. Luego de estar en diferentes puestos en su Conferencia en la actual campaña durante un período extenso, marcado por el dominio de Oklahoma City, los Spurs (48-16) han retomado el comando de la zona más difícil de la liga y juegan su mejor baloncesto desde la pasada postemporada, cuando perdieron en las finales de Miami Heat.
La tropa, con sede en el AT&T Center en San Antonio, Texas, llegó a la jornada de anoche con ocho victorias en línea y una gran posibilidad de ampliar a nueve la cadena de triunfos, ya que se enfrentaban a los diezmados Lakers de Los Ángeles, que el jueves fueron castigados inmisericordemente por el Thunder en Oklahoma. Si algo ha hecho San Antonio es dominar a los Lakers en las últimas campañas. Los han vencido en nueve de 10 enfrentamientos, incluida la barrida en la postemporada pasada.
También es una gran oportunidad para empatar con Los Clippers de Los Ángeles, que llegaron a su partido de ayer contra Utah con nueve ganados en fila india.
Elevan su juego
A pesar de comenzar bien la temporada, la escuadra de la tierra del Álamo recibía una crítica constante, que era la de no jugar buen baloncesto ante la élite de la liga.
Esto quiere decir que su éxito inicial se alimentaba de conjuntos con pobre marca, una situación que no es favorable para los clubes con aspiraciones de llegar lejos en la contienda, puesto que la mayoría de rivales en los playoffs pertenecen al máximo nivel.
Las lesiones también se encargaron de dar “espuelazos” a San Antonio. Piezas claves del equipo, como Kawhi Leonard, Manu Ginóbili, Tiago Splitter, Danny Green y Tony Parker, estuvieron fuera por un tiempo considerable. Estamos hablando de miembros importantes del núcleo de San Antonio, que juega un baloncesto de sistema, con mucho movimiento del balón y esquemas de jugadas que no se asimilan de un día a otro. Todo se complica, cuando quienes conocen la metodología del colectivo están ausentes por un período determinado de tiempo.
Y ni hablar de tener que lidiar con nuevos integrantes sobre la marcha de una temporada cruel y agotadora.
Es por eso que en los deportes de conjunto la salud es un elemento indispensable para lograr las metas deseadas.
La situación comenzó a cambiar recientemente para las llamadas Espuelas de San Antonio, que en su actual racha han vencido al campeón Miami Heat, a Dallas Mavericks y a Portland Trail Blazers. El pasado martes pasearon a los Bulls de Chicago, un equipo que se ha inspirado en los últimos meses.
De sus ocho triunfos consecutivos, cinco han sido ante conjuntos que en estos momentos están clasificados.
La última derrota de San Antonio (pendiente al resultado de anoche contra los Lakers) fue el pasado viernes 21 de febrero contra los Soles de Phoenix. En sus dos compromisos anteriores derrotaron a Los Clippers en Los Ángeles y los Trail Blazers en Portland, respectivamente, en noches consecutivas (18 y 19 de febrero).
Si se le suma una victoria ante los Celtics en Boston, el 12 de febrero, se puede afirmar que los Spurs han ganado 11 de sus últimos 12 compromisos.
Los Spurs han tomado el momento ideal para jugar su mejor baloncesto en la campaña. La postemporada se acerca y es muy placentero saber que se tiene ventaja de la casa en la mayoría de los juegos.
No se puede garantizar que quedarán con el mejor registro del circuito o de su conferencia. Tienen fuertes rivales de por medio. Oklahoma, Los Clippers y el propio Houston Rockets son obstáculos de magnitud en su zona del Oeste.
Oklahoma cuenta con Kevin Durant, probablemente el Jugador Más Valioso de la liga actualmente, jugando mejor que nunca en su carrera. El Thunder es en estos momentos un favorito para regresar a las finales de la liga.
Los Clippers se han armado y Houston tiene los elementos para imponerse y competir por la corona.
Del otro lado, en la Conferencia del Este, Indiana y Miami son aspirantes a la mejor foja de la NBA y tienen a su favor que conviven en una franja menos complicada que la de San Antonio.
De todas formas, los Spurs están en la pelea y les espera un calendario favorable. Ocho de sus próximos nueve choques son ante equipos que juegan por debajo de .500. El próximo 22 se miden a los Guerreros de Golden State, con lo que ponen fin a ese agradable período .
Una vez más hay que quitarse el sombrero ante los Spurs, uno de los equipos más consistentes de la NBA en los últimos 15 años de alta competencia en el mejor baloncesto del mundo.
Son una universidad.
Popovich, un genio que no es segundo de nadie
Cuando se habla de los grandes dirigentes en la historia del baloncesto hay que mencionar a Gregg Popovich.
El veterano de 65 años de edad, con un temple recio forjado en la milicia en los Estados Unidos, sigue dando cátedra de cómo se conduce un equipo.
En esta campaña, el dirigente ha tenido que lidiar con un mar de lesiones, una especie de carga pesada que hunde cualquier embarcación, y aún así disfruta hoy día de la anhelada cima del circuito. Ha usado poco a su quinteto preferido de Parker, Green, Leonard, Splitter y Duncan debido a lesiones y de todas formas da la batalla.
La pasada campaña, Parker, Green, Ginóbili, Leonard y Splitter se perdieron 65 partidos y en esta llevan 67 juegos ausentes. Hay que tener mucha capacidad para que una situación como esta no derrumbe los planes de un conjunto que busca otro título.
Ese es Popovich, respetado y admirado. Es un genio dirigencial.
Las cifras
15-10
Es la relación de puntos y rebotes de Tim Duncan, que aún continúa demostrando calidad, con San Antonio.
21
De febrero fue la última ocasión que los Spurs mordieron el polvo de la derrota, cuando perdió de Phoenix Suns.
16-2
Es la foja del equipo en la serie regular, cuando Parker y Ginóbili anotan al menos 20 puntos y dan cinco asistencias en el mismo partido.
24.9
Asistencias por partido promedia San Antonio, el segundo mejor en la NBA.
