WASHINGTON — Los directivos de la Reserva Federal están preocupados por las amenazas a la economía estadounidense, como la turbulencia en los mercados financieros, la caída de los precios del petróleo y el aletargado crecimiento económico de China, según las minutas de su más reciente reunión, divulgadas el miércoles.
El panorama económico se ha vuelto más incierto, admitieron los ejecutivos del banco central estadounidense, y enfatizaron que cualquier futuro aumento de las tasas de interés dependerá de los datos económicos venideros. La institución aumentó las tasas en diciembre, subiéndolas de un mínimo récord, en lo que fue el primer aumento en casi una década.
Aunque el banco central siguió expresando su confianza en la solidez del mercado laboral, no estaba tan entusiasta con otros sectores, como por ejemplo la manufactura.
«La mayoría de los participantes indicaron que es difícil evaluar en este momento si el panorama de inflación y crecimiento económico ha cambiado significativamente, pero creen que la incertidumbre en torno al panorama económico ha crecido como resultado de los hechos económicos y financieros más recientes», dicen las minutas.
El escueto comunicado de la Reserva Federal no contenía las palabras de minutas anteriores acerca de que los riesgos para la economía están «equilibrados». La mayoría de los líderes de la Fed opinan que no hay suficientes evidencias como para decir que los riesgos «han cambiado significativamente», aunque algunos sí creen que han aumentado, según las minutas.
Entre amenazas al crecimiento económico estadounidense, el texto menciona el débil crecimiento económico de China y el descenso de los precios de las materias primas que podrían afectar la posibilidad de crecimiento económico en mercados emergentes que producen y exportan esas materias. Los funcionarios de la Fed también hablaron de la caída de la bolsa que ha ocurrido desde comienzos de año.
Desde la reunión pasada del instituto, en enero, han surgido algunos indicadores económicos más alentadores. La economía estadounidense generó 151.000 plazas laborales en enero, con lo que la tasa de desempleo baja a 4,9%, un piso que no había visto en ocho años. El banco central reportó el miércoles que la producción industrial aumentó 0,5% en enero, su mejor desempeño desde julio, aunque las ventas minoristas siguen un tanto recatadas.
En diciembre, la Fed había aumentado la tasa de interés interbancaria de un piso récord a un rango de entre 0,25% y 0,5%, en lo que fue el primer aumento de las tasas después de siete años en que estaban casi en cero. Además, difundió proyecciones de que habría cuatro aumentos de un cuarto de punto en el 2016.
Pero desde inicios de año los mercados financieros mundiales se han tambaleado ante reportes de que China, la segunda mayor economía del mundo, está creciendo a un ritmo más lento de lo pensado. Los precios del petróleo han caído y el dólar se ha fortalecido. Esos indicadores harán difícil que el banco central estadounidense logre su meta inflacionaria para este año.
