MANAOS, Brasil— Cristiano Ronaldo lleva dos meses con la rodilla izquierda a maltraer y su andadura en la Copa Mundial con Portugal arrancó con una humillante derrota 4-0 ante Alemania.
Panorama desesperanzador para Portugal frente un entonado Estados Unidos, que se tiene mucha fe de que sabrá contener al Balón de Oro este domingo la ciudad amazónica de Manaos y dar un paso hacia una inesperada clasificación por el Grupo G.
Los estadounidenses vienen de vencer agónicamente 2-1 a Ghana, un triunfo tonificador al cobrarse revancha de derrotas ante el seleccionado africano en los previos dos mundiales.
Aparte del velo de dudas sobre si Cristiano se encuentra en condiciones físicas óptimas, Portugal afronta el encuentro con varias bajas sufridas ante Alemania: el lateral derecho Fabio Coentrao quedó descartado del torneo por un desgarro muscular, el atacante Hugo Almeida salió con un tirón muscular y el zaguero central Pepe purgará una fecha de suspensión por el cabezazo que le propinó a Thomas Mueller en el debut.
Pese a todos los inconvenientes, el técnico portugués Paulo Bento está convencido que su equipo es superior al conducido por Jurgen Klinsmann.
«La mejor versión de Portugal puede ganarle a Estados Unidos», afirmó Bento. «Ellos han crecido mucho en los últimos tiempos y debemos tener cuidado con ellos, pero tenemos que confían en nuestro oficio, nuestra categoría. Tenemos que jugar al máximo para ganar este partido y estamos seguro de ello».
Todo pasa por Cristiano, que brille con todo su esplendor. Pero, salvo un tiro libre, casi ni gravitó ante Alemania. Sus expresiones de hastío fueron lo más destacado.
¿Acaso es un riesgo ponerle a jugar si no está bien? Los portugueses lo niegan, pese a que usó una banda protectora en la rodilla izquierda en el entrenamiento del viernes.
Este es el tercer Mundial que disputa y, sin duda, quiere dejar huella. Máximo goleador de la selección, con 49 conquistas en 111 partidos, con al menos 50 tantos en cuatro temporadas seguidas con el Real Madrid, Cristiano sólo ha remecido las redes dos veces en dos Copas Mundiales ante Irán en 2006 y Corea del Norte en 2010. Un balance muy pobre.
Estados Unidos confían tener el bloque defensivo para neutralizarle. Esa será la principal asignatura para los centrales Geoff Cameron y Matt Besler, y particularmente del lateral derecho Fabian Johnson.
«Es un futbolista completo», comentó el mediocampista estadounidense Michael Bradley. «En el fútbol de hoy en día, el aspecto físico es lo que prima, en cuanto a velocidad, potencia y resistencia, y él cumple con todas esas facetas. Y luego está su habilidad técnica, el golpeo con el pie derecho, su zurda, en los balones aéreos. Puedo definir un partido en cualquier momento».
Una victoria podría depositar a Estados Unidos en la segunda ronda, y un empate les dejaría en una magnífica posición.
Durante seis meses, Klinsmann no se cansó de insistir que su primera prioridad era el debut ante Ghana y que la segunda era «viajar a la linda Manaos y enfrentar al Señor Ronaldo».
Y aquí llegó el momento. Valga recordar que Klinsmann no seleccionó el nombre de Cristiano en la última votación del Balón de Oro: primero fue Franck Ribery, seguido por Gareth Bale y Radamel Falcao.
La última vez que estas selecciones se encontraron en un Mundial fue en el debut de ambos en Corea-Japón, con Estados Unidos dando la sorpresa al imponerse 3-2 en Suwon, con Bento como un volante defensivo del conjunto luso.
