Dajabón.- El Tráfico de indocumentados a través de la frontera desde Haití hacia República Dominicana genera millones de pesos al año, recursos que son distribuidos entre poteas, dueños de casas, transportistas y autoridades de seguridad.
Al hacer la denuncia, el sacerdote jesuita Regino Martínez, coordinador de la organización Solidaridad fronteriza, dijo que aunque el volumen de los migrantes se observa pequeño, es sistemático durante las 24 horas del día y los siente días de la semana.
Explicó que la trata de personas involucra al potea, que es quien organiza la travesía a través del rio Masacre en el caso de Dajabón, al militar que lo intercepta en la frontera para cobrar su peaje, casas albergues, los transportistas en motocicletas y vehículos, además de los puesto de chequeos de los caminos que también hay que pagarles.
El padre Regino Martínez abogó por una legislación que abarque los congresos de Haití y República Dominicana, a fin de crear un marco jurídico que permita la amnistía a aquellos que están organizados.
En el caso de la Línea Noroeste, indicó, unos 8 mil braceros haitianos han sido censados por Solidaridad Fronteriza, estableciendo domicilios, lugar de trabajo y algún tipo de documentación que tengan en su poder.
“Los gobiernos no se han interesado en realizar un censo para establecer con cuantos migrantes contamos en el país, lo que nosotros estimamos rondan entre el millón y un millón 500 mil, entre legales e indocumentados”, sostuvo el religioso.
