Salarios y reforma policial

Algo que ha llamado la atención del nuevo Plan de Seguridad Ciudadana, es que entre sus componentes, la reforma policial no constituye claramente uno de los  ejes centrales.

Algo que ha llamado la atención del nuevo Plan de Seguridad Ciudadana, es que entre sus componentes, la reforma policial no constituye claramente uno de los  ejes centrales. Ayer, la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, en su característico estilo directo, declaró que le hubiese gustado que el plan fuese precedido por una reforma policial. “Particularmente creo que las posibilidades de éxito del plan sin una reforma son mínimas”.

Este diario observó en su momento una aparente fragmentación en las propuestas, lo que contradice el sentido de coherencia y cohesión entre los equipos responsables de la previsión y persecución del crimen.

Las palabras de la fiscal del Distrito vienen a confirmar otra inquietud, las diferentes instancias de acción directa involucradas no reflejan un empoderamiento del proceso, vital para los propósitos.

Todo eso puede ser objeto de enjundiosos debates, sin embargo, sólo nos referimos a un aspecto relacionado a lo principal, y que también abordó Reynoso: la presencia policial en las calles no necesariamente garantiza el éxito del plan. Tiene razón, pero los contingentes pueden ayudar en las tareas de disuasión del crimen.

Más policías en las calles son una buena señal, pero en las condiciones en que desempeñan su trabajo, pueden representar un peligro. Y no por aquello de que a veces actúan como multiplicadores de violencia. Es porque un uniformado que sobrevive con el nivel de ingreso actual no puede ser garantía de seguridad. Son frecuentes las quejas de ciudadanos sobre agentes policiales que les hacen peticiones de dádivas, en unos términos que se tornan amenazantes.

La reforma policial tiene que conllevar una transformación de ese agente de la calle. Mientras llega, es impostergable mejorar las condiciones de trabajo. Hay que subirles  urgentemente los salarios. No pueden vivir con RD$6,117.00, que es el vergonzoso salario mínimo mensual de un policía.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas