Santiago. El nivel de la presa de Tavera sigue en baja, lo cual agudiza aún más la crisis de agua potable en comunidades de Santiago y Moca que se suplen de ese embalse.Debido a la sequía, el nivel actual del embalse se ha colocado en 313.35 metros sobre el nivel del mar, con una disminución de cinco centímetros desde el pasado domingo. Héctor Jáquez, director operativo de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) dijo a elCaribe que continúan con el mismo programa de suministro en las comunidades, mientras crecen las quejas en diferentes sectores por la precariedad del servicio.
El proceso de regularización ha impactado hasta en la agricultura, debido a que disminuyeron el desfogue de agua para los canales de riego. Actualmente el déficit del servicio a los usuarios es de un 35 por ciento, por lo que apenas producen 87 millones de galones por día.
Aumentan las quejas
En sectores como La Villa Olímpica, Barrio Lindo y Barrio Obrero, los moradores se quejan de que llevan varios días sin recibir el vital líquido. Mientras en las comunidades de la parte este de Santiago, como El Dorado, denunciaron que la tarifa por el servicio aumentó hasta un 40 por ciento. “No es posible que sin brindarnos agua todos los días y que, por el contrario, se ha agudizado la crisis, la Coraasan nos quiera cobrar más”, refirió Ramona García, al expresar sus quejas por la precariedad del servicio.
En Moca, una gran parte de la población que también se abastece de la presa de Tavera y el embalse de Bao, decidieron asumir una campaña para concienciar a la población ante la actual crisis por la que atraviesan. Para esos fines asumieron un programa de calendarización en varias comunidades. En Santiago también se ha aplicado la calendarización, pero hay sectores que se quejan porque el agua nunca llega.
Las lluvias no le aportan a la presa
Recientemente el director de Coraasan, Silvio Durán, precisó que para que la presa vuelva a tener el nivel deseado de agua se necesita que llueva por lo menos diez días de manera consecutiva. Alarmados por la situación, son muchos los comunicadores y ambientalistas que han visitado la presa para confirmar la situación de precariedad en que se encuentra.
