Con goles de Rakitic, Suárez y Neymar el FC Barcelona venció el sábado por 3-1 a la Juventus que, a pesar de presentar una admirable resistencia, vio como se esfumaban sus chances de levantar la orejona de la mano de un Barça que fue campeón por tercera vez esta temporada.
El título europeo completa el anhelado trébol, segundo del conjunto culé en siete años. El reencuentro con el triplete pone al Barça en una categoría inédita dentro del deporte: es el primer y único club en lograr esta hazaña dos veces en la historia del fútbol.
Tras verse abrumadoramente superiores en la primera parte, el Barcelona se topó con una Juventus mucho más determinada en el segundo tiempo.
La magnífica actuación de Buffon mantenía con vida a unos bianconeri que saldrían del entretiempo con sangre en los ojos, buscando el gol que logrará silenciar la mitad blaugrana del estadio.
El 1-1 llegaría vía Morata, héroe en semifinales, y desataría un período de solidez turinesa que no se vería interrumpido hasta que lo decidiera Messi. Leo, en uno de sus clásicos arranques desde mediocampo, escaló hacia la portería contraria sacudiéndose de encima camisas blanquinegras cual Jay-Z vintage sacudiéndose el polvo de los hombros. Cerraría la jugada con un chut a portería cuyo rebote, en una muestra perfecta de instinto killer, recogería fulminantemente Suárez.
La guinda la pondría Neymar hacía el final del partido enterrando un tiro con la izquierda en el fondo de la red. Una mención especial merecería don Andrés Iniesta, MVP de la final, que volvió a ser decisivo en esa forma que no es traducible en números. Desmarques, regates, salidas certeras, marcación de tiempos: un espectáculo de maneras.
Para lo que sí nos podrían servir las matemáticas en este caso, es para confirmar lo bien que el siglo XXI le ha sentado al palmarés del Barça. De las últimas diez Champions, ha ganado cuatro… ¡Casi media Champions por año! De las últimas diez Ligas, ha ganado siete. Igualmente bestial. A ver hasta cuándo dura este apogeo.
