Probablemente nada negativo se le pueda sacar a un equipo que obtiene una victoria con margen de 83 puntos. Y ciertamente, el triunfodel cojunto olímpico de Estados Unidos 156-73 sobre Nigeria, en el que se quebraron varias marcas, no tiene otro significado que no sea pensar en que la medalla de oro en los Juegos Olímpicos quedará nueva vez en manos de los norteamericanos. Ellos fueron superiores en ambos lados desde el principio del encuentro, una muestra son los 73 tantos de Nigeria. Ese equipo defiende muy bien y ayer pudimos ver cómo los estadounidenses, incluso, utilizaron una defensa zonal.
Anotaron 29 triples y ha sido una costumbre que basen una buena parte de su ofensiva en los tiros perimetrales, pero entiendo que deben tener cuidado con ese punto sobre todo cuando las cosas se pongan duras en las próximas rondas. Y es que, no siempre te van a caer esos disparos, amén de que equipos como Brasil, España o Argentina tienen con qué ajustar para defender ese estilo de juego.
Es claro divisar que se muestran en cancha como un equipo muy compenetrado, donde el egoísmo que algunos entendían que iba a germinar, sencillamente se ha quedado en Estados Unidos. El dirigente Mike Krzyzewski ha hecho un excelente trabajo en ese sentido, aunque igual hay que reconocer que los jugadores se han comportado como profesionales, adaptándose a cualquier rol. Solo es cuestión de tiempo para ver a los norteamericanos en lo más alto del podio.
