En mayo del 1945, quedó constituida la primera sociedad médica especializada en nuestro país, al reunirse un grupo de galenos interesados en el estudio de la tuberculosis y formar esa sociedad. Se aprovechó la visita a la entonces Ciudad Trujillo del doctor Gustavo Bergnes Durán, notable especialista cubano en tisiología para conformar esta asociación. En esos momentos existía el Consejo Nacional de la Tuberculosis, presidido por el doctor Juan Moscoso Cordero, y tenía como vocal al doctor Sixto Incháustegui Cabral. Los fines de la Sociedad eran los de contribuir a la lucha contra la tuberculosis en el país, siguiendo desde luego y como era norma durante la dictadura “la feliz iniciativa del Presidente Trujillo”. La Sociedad se fundó en el local del Consejo Nacional Contra la Tuberculosis en una reunión presidida por su presidente el doctor Moscoso Cordero. La junta directiva de la Sociedad Dominicana de Tisiología quedó conformada de la siguiente manera: Presidente, el Dr. Jose Manuel Rodríguez Jiménez; Vicepresidente, el Dr. José Penzo; como Secretario y Tesorero fungía el Dr. Sixto Incháustegui. Quedaron designados como vocales los Dres. Juan Moscoso Cordero, Vittorio Ortori, Hostos Fidel Hernández y Rodolfo de la Cruz Lora. Estos últimos dos, los Dres. Hernández y de la Cruz, acababan de regresar al país tras pasar dos años como becarios del Consejo Nacional de la Tuberculosis en el Hospital Sanatorio “La Esperanza” de la ciudad de La Habana, Cuba, en donde estuvieron como Médicos Internos. Realizaron cursos de Enfermedades de Vías Respiratorias en la Universidad de La Habana, y ahondó en la tuberculosis infantil el Dr. Fernández y en cirugía torácica el Dr. De la Cruz Lora.
En el acto de conformación de la Sociedad Dominicana de Tisiología estuvo presente el Dr. Bergnes Durán, a quien se rindió un homenaje, ya que al decir del Dr. Moscoso Cordero su visita al país era “un nuevo rayo de esperanza para los enfermos de tuberculosis pulmonar en el país”. El Dr. Bergnes sostuvo reuniones con el Consejo Nacional de Tuberculosis que fueron, de acuerdo a las autoridades de ese consejo, “importantes servicios ofrecidos en el breve tiempo que ha estado en el país”. Los demás miembros fundadores de dicha sociedad fueron, además de la directiva, los Dres. Luis F. Thomén, en ese momento Secretario de Estado de Sanidad y Asistencia Pública, Gustavo Bergnes Durán, Heriberto Valdez, Elpidio Ricart, Víctor Chalas, José Sobá, Manuel Perdomo, Parmenio Troncoso de la Concha, Elías Cornelio López, Héctor Read, Duvergé Féliz Pepín, Antonio Trueba, Luis Bonnet, Hugo Aníbal Mejía, Fabio Mota, Heriberto Pieter y Armando Defilló.
Posteriormente al acto de formación de la Sociedad, el Dr. Bergnes Durán ofreció una charla en la Universidad de Santo Domingo, en donde además proyectó fílmicas de algunas de sus operaciones pulmonares.
En el país contábamos con varios dispensarios antituberculosos, y dos sanatorios en la ciudad de Santo Domingo. El Sanatorio Dr. Martos, designado con ese nombre en el 1942 en honor al Dr. Joaquín Martos Valhorant, prestigioso tisiólogo cubano, quien asesoró la creación de ese sanatorio.
En el edificio en que se encontraba ese sanatorio funcionó posteriormente la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, y al día de hoy en ese espacio funciona la tienda Ikea. El sanatorio antituberculoso infantil “Santo Socorro”, como su nombre indica, estaba dedicado al cuidado y tratamiento de la tuberculosis en niños.
Ambos centros tuvieron médicos de gran prestigio, como los doctores José Penzo, José Joubert, Sixto Incháustegui, José Manuel Rodríguez o el Dr. Francisco Hernández Álvarez, quien realizó con éxito difíciles intervenciones quirúrgicas. La Sociedad Dominicana de Tisiología tuvo una existencia efímera, pero resurgió luego de la muerte de Trujillo ya con otros nombres, y tuvo el privilegio de ser nuestra primera Sociedad especializada.
