El ministro de Relaciones Exteriores de Haití, Lener Renaud, tal vez por la función que desempeña, es uno de los funcionarios del gobierno haitiano que con mayor insistencia y acidez critica la política migratoria dominicana y los resultados de su aplicación.
Ahora se destapa con que Haití no admitirá a los hijos de haitianos nacidos en República Dominicana. Dos cosas debería promover Renaud para aplicar esa postura. Primero, cambiar la Constitución de su país, y segundo, impedir que miles de parturientas haitianas vengan cada año a dar a luz en los hospitales dominicanos, porque son hijos de haitianos nacidos en territorio dominicano. Una tarea para Renaud.