Temblores de tierra

Cuandotiembla la tierra hay personas que también tiemblan, ¡ufff!, incluyendo este mortal. Es una sensación del acabose. Una impresión…

Cuandotiembla la tierra hay personas que también tiemblan, ¡ufff!, incluyendo este mortal. Es una sensación del acabose. Una impresión del fin del mundo. Es como si de pronto los infernales estertores de un gigante moribundo se nos vinieran encima.

La desorientación, aunque usted no lo crea, se impone y el sálvese quien pueda se hace presente mientras el fenómeno sucede.

En realidad es el momento específico en que la tierra busca su acomodo. Sus placas, sí, las placas que componen cada porción del planeta que lo integran en su masa, se mueven de forma discontinua porque  movimientos los  hay  siempre,  aunque de  forma  pasiva, tranquila, cuasi de-sapercibida, de manera continua.

Así es, conozco muy bien las causas del fenómeno, inevitable en sí, pero no asimilo la realidad, el hecho en sí, quizás por una herencia de pánico o falta de formación integral en torno a los sucesos que ocurren en todo nuestro derredor y que por la cotidianidad que nos abate no aprendemos de ellos ni nos interesa hasta el punto de ignorar los reales riesgos de una catástrofe de incalculables consecuencias que para la vida planetaria se cierne desde las instancias irresponsables que dedican sus millonarias fortunas a fabricar armamentos de destrucción masiva y a pretender duplicarlas con las guerras donde los hombres se matan y la sangre divide a pueblos y naciones enteras… mientras, los chiquitos y grandes que viven de la explotación irracional de los recursos naturales, destruyen los bosques, extinguen los ríos y acaban con las especies sin importarles para nada el mundo que dejaremos para la posteridad.

Mientras sigamos por ese derrotero, no importan los miedos ni las prédicas para evitar consecuencias fatales en medio y después de terremotos o deslaves, porque al parecer el hombre, el todopoderoso hombre de estos tiempos se encuentra muy ocupado en los asuntos de cómo fastidiarle la vida a los otros.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas