Santiago. En los barrios de Buenos Aires y Los Salados advierten que su salud se ve amenazada por las aguas cloacales que se vierten en la cañada que divide esas comunidades.Temen que un brote de enfermedades afecte a las 300 familias que levantaron sus viviendas en toda la ribera del afluente y demandan la intervención de las autoridades sanitarias y del cabildo, debido a que son varios los niños y ancianos afectados de dengue y de otras enfermedades.
“Desde los tiempos de Balaguer nos están prometiendo sanear la cañada y hasta vinieron ingenieros, pero los trabajos fueron abandonados sin ninguna explicación”, expresó Rosa Emilia Ortiz, al hablar con reporteros de elCaribe.
Los residentes en la calle 8 de Buenos Aires atribuyen parte de la contaminación a las polleras que hay en la zona, cuyas aguas van a parar a la cañada, al igual que muchos de los desechos domésticos. Dicen que con la crecida del afluente muchas casas quedan bajo el agua y los desperdicios.
