Temprano será mejor

Para saber cómo una huelga médica impacta a la población de bajos ingresos o en condición de pobreza, hay que acudir a un centro hospitalario público, a las salas de emergencia o de espera para consultas. Ver cómo se aglomeran los pacientes…

Para saber cómo una huelga médica impacta a la población de bajos ingresos o en condición de pobreza, hay que acudir a un centro hospitalario público, a las salas de emergencia o de espera para consultas. Ver cómo se aglomeran los pacientes que buscan atenciones. Eso es dramático. Ver las condiciones en que esa gente llega ahí, los esfuerzos y sacrificios hasta para conseguir los pasajes. Eso lo saben los médicos.

Una huelga paraliza los servicios y las personas quedan a riesgo. Ni siquiera las emergencias están aseguradas. Los padecimientos son horribles.

Para que se tenga una idea aproximada del impacto de la huelga médica entre los pacientes pobres, acuda entonces a los centros privados en estos tiempos.

Con el creciente número de dominicanos con servicios abonados de salud, las demandas en las clínicas se han elevado y están sometidas a un permanente estrés. Sólo pacientes en estado crítico son atendidos de inmediato en las salas de emergencia. Un riguroso sistema de orden de llegada numerado convierte las emergencias en consultas. Pero las consultas propiamente dichas son masivas en todas las clínicas y las esperas resultan interminables.

La huelga médica no sólo impacta a los centros públicos. También se refleja en los centros privados. Algunos de los pacientes habituales de los hospitales con posibilidades mínimas de cubrir sus gastos médicos, terminan en estos días en los privados.

Estamos ante una crisis en los servicios de salud con el agravante que entraña el incremento de nuevas enfermedades, llámese zika o cualquier tipo viral.
Hoy la huelga médica entra a su tercer día, pero nadie sabe si mañana será indefinida.

La dirección del Colegio Médico Dominicano parece convencida de que en un período como el actual puede torcerle el brazo al gobierno. Y el gobierno empieza a darle una lectura política.

Aunque el diálogo es un recurso inagotable, se prefiere la fuerza de la confrontación. Mientras, los pobres sufren. Mañana, indefectiblemente, habrá que buscar una solución. Temprano será mejor.

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