Transformación de la Policía Nacional

Uno de los grandes retos del Gobierno, y el presidente Danilo Medina, es enfrentar con fuerza y eficacia la delincuencia y la criminalidad en la sociedad dominicana. Todas las encuestas muestran el hecho de que la principal preocupación de la población&

Uno de los grandes retos del Gobierno, y el presidente Danilo Medina, es enfrentar con fuerza y eficacia la delincuencia y la criminalidad en la sociedad dominicana. Todas las encuestas muestran el hecho de que la principal preocupación de la población hoy día, son los amplios niveles de inseguridad ciudadana y el incremento de las acciones delincuenciales.

Para enfrentar ese reto, el Gobierno debe saber entender y abordar dicha problemática que presenta muchas aristas y muchos detalles. Uno de esos elementos principales para enfrentar el problema de la delincuencia, es la urgente y necesaria transformación de la Policía Nacional, que es el aparato estatal que está llamado a ser uno de los mecanismos básicos para generar confianza y credibilidad en la población frente a esa problemática.

En la actualidad la policía dominicana no es un cuerpo de seguridad y prevención, sino de control y represión. Todavía tiene en sus adentros la concepción trujillista de ser un mecanismo para reprimir a los delincuentes, apresarlos y, en el mejor de los casos, entregarlos a la justicia. Esa realidad debe ser profundamente transformada. Para ello lo primero que debe hacer el presidente Medina es reunir a expertos en seguridad ciudadana, a los mejores cuadros de la policía y a sectores de la población, para discutir de manera amplia y realista cuál es la policía que hoy necesita la sociedad dominicana, cuánto nos cuesta construirla y cuál es el camino para llevar la que existe a esos nuevos parámetros.

Asimismo, entiendo necesario que se tomen las experiencias de las mejores y las peores policías de América Latina, y que de allí se puedan extraer algunas ideas y propuestas que nos ayuden a aprender de la experiencia de esos países. En investigaciones que he realizado he encontrado la realidad de que las mejores policías de América Latina son las de Chile y de Nicaragua. Y las dos peores son las de México y Bolivia.

La policía de Chile y la de Nicaragua, consideradas las mejores, tienen cinco elementos en común: bajos niveles de corrupción, buenos salarios e incentivos para sus integrantes, altos niveles de equipamiento y de tecnología, buen servicio de inteligencia y ambas están altamente vinculadas a la población en su desempeño cotidiano. Las policías de México y Bolivia, consideradas las peores, tienen aquellos parámetros al revés: Altos niveles de corrupción, bajos salarios y pocos incentivos, equipo obsoletos y bajos niveles de tecnología, un débil aparato de inteligencia y se vinculan muy poco con sus comunidades.

Si queremos transformar la policía dominicana y convertirla en un mecanismo eficiente para prevenir la delincuencia y contribuir a crear seguridad en la población, lo primero es que el gobierno y el presidente Medina deben tener la voluntad política de enfrentar los amplios intereses que se dan a lo interno de ese cuerpo y que se resisten a su transformación. Y luego, se deben tomar medidas para caminar en el sendero que han marcado los mejores cuerpos policiales de América, esto es: enfrentar lo niveles de corrupción interna, aumentar de manera significativa los salarios a los policías que trabajan y darles nuevos incentivos; equipar la policía con tecnologías acorde a los tiempos, desarrollar los niveles de inteligencia y vincular la policía a la población.

No se puede creer que solamente con una nueva ley se resuelve el problema de la policía. Eso es necesario, pero no suficiente. La Policía debe ser un puntal básico en la creación de una cultura de seguridad ciudadana. Pero para ello, deber ser transformada totalmente y puesta a tono con las exigencias de esta época. De lo contrario, estamos de nuevo perdiendo el tiempo.

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