Tres actores y una actriz, veteranos: Rooney Mara, Martin Shenn, Wagner Moura y Selton Mello. El guionista, Richard Curtis, y el director, Stephen Daldry, han sido nominados al Óscar.
El filme fue nominado a mejor película en los premios Bafta (Inglaterra). La historia de acción, tipo thriller, aunque impresiona por la variedad de tonos en la fotografía, la narrativa escogida con una estructura seductora del tipo de filmes que comienzan por el final y el guion que se desarrolla en flashback con el personaje central ya en acción, con ritmo envidiable, y aún con todo eso encima ¡falla! La dirección se inclina por escenas de acción con trilla sonora omnipresente ambientando anacrónicas situaciones.
El primer factor que lleva a que no tenga agarre es apoyar la historia en la casualidad, que es buena herramienta desde que se emplee en situaciones razonables. Aquí, la corrupción es la piedra angular, siendo que en la historia que cuenta se pierde en el laberinto socio-económico brasileiro que cuenta con historias más trascendentales en las noticias.
Aunque apoyado en secuencias de acción, el filme se vale de diálogos para encadenar las escenas con actuaciones forzadas pese a parlamentos creíbles. Diálogos usados como resolución de conflictos, de obviedad expositiva. Usar gente de la calle para actuar puede ser interesante pues quien va a interpretar solo hará un personaje cliché que sirve de “pie de amigo” para los demás.
Así es como el filme se vale de 3 chicos obtenidos de comunidades pobres de Rio de Janeiro (ese filme pudo haberse hecho en cualquier otra parte de igual realidad socio-económica).
El filme se regodea con estereotipos como policías violentos, gringos de buena fe, políticos corruptos, individuos miserables, mafias, menores marginalizados, etc. Nada mal. Lo controvertible en todo eso es la exhibición de la miseria como show audiovisual carente de cualquier conexión lógica que, por tanto, no perturba cualquier pensamiento político.
En cambio vemos una miseria cosmética afín a una aventura peregrina que se niega a ser munición contra la deformación del status quo. Para matizar la acción usan ritmos brasileiros con música de género como el funk y el hip hop. En resumen, es un pastiche de productos donde se confunde sencillez con clichés vacuo. No emociona, no sorprende, porque no hay novedad ni manejo intelectual para público perspicaz. l
H Género: Drama, Thriller, Aventuras.
Duración: 115 minutos
