Tres de los cuatrillizos pasaron la primera noche en su casa, luego de haber dejado la Plaza de la Salud, donde nacieron hace siete días.
Uno de ellos, Ezequiel, permanecerá ingresado en el centro asistencial, debido a que presenta fiebre, pero su condición es estable, afirmó ayer el pediatra que le asiste, Manuel Logroño, quien dijo que el pequeño necesitará de 5 a 7 días de tratamientos con antibióticos.
El especialista atribuye el malestar a que la madre tuvo infecciones urinarias durante el embarazo y eso se refleja en la salud de los bebés.
En tanto, Braudelina Montero, madre de los bebés y la abuela materna, narran con evidente alegría la experiencia de pasar la primera noche fuera del hospital con Isaías, Issac y Audry Elizabeth.
“No pudimos pegar un ojo. Cuando uno se dormía se despertaba el otro, pero cuando le dábamos la leche, ahí se quedaban quietos, pero sólo por un ratico”, comentan.
Los recién nacidos duermen en una cunita, aunque la habitación está amueblada con dos, para tenerlos juntos y se calienten uno con otro, según las instrucciones de los médicos.
De los tres, la más ñoña es la niña, dice la abuela, porque cuando llora solo se calla cuando la cargan. Los bebés son alimentados con fórmulas que les fueron donadas y con leche materna.
La familia, procedente de La Descubierta, Jimaní, está residiendo en una casa que le prestó un familiar en el kilómetro ocho de la Carretera Sánchez, en Santo Domingo.
