El descuido defensivo de Atahualpa Severino el pasado sábado en el sexto episodio que fue la entrada grande de los Gigantes no es más que un microcosmo de lo que ha sucedido con los Tigres del Licey en lo que va de campaña.
Errores de todo tipo: de los que se anotan y los mentales, que en la mayoría de las veces pesan mucho más que los primeros.
Severino no llegó a tiempo a la primera, como deben hacer los pitchers con un batazo por el lado derecho y el resto es historia. Como también es historia Dean Treanor, despedido el sábado luego de un horrendo desarrollo de contienda.
Treanor no es el responsable absoluto, bajo ninguna razón. Pero lo que manda la pelota es que se despida al dirigente en busca de una reacción. Es lamentable, pero es así.
No hay genio de la pelota que sobreviva cuando se comete al menos una pifia diaria. Tampoco hay lanzador, no importa que tenga apellido Koufax, Gibson, Marichal, Martínez o Seaver, que haga su trabajo cuando tiene que hacer seis outs por entrada. Es una carga bastante onerosa e inmanejable.
La pelota es pitcheo y defensa. Hay etapas que se batea bárbaramente y aparecen otras que las carreras llegan con la lentitud de una caravana de tortugas.
Por eso se necesita que los brazos y los guantes marchen en una relación directamente proporcional en la mayoría de los juegos.
El equipo que sale al terreno se concibe desde las oficinas, así que la gerencia tiene, al menos, muchos puntos para revisar. Ni hablar de que las preguntas abundan como hoja en palo.
Dentro de las interrogantes me sale una: cuál fue la razón de cambiar a Fautino Pérez por Julio Borbón, si luego se hicieron movimientos en busca de lanzadores sin roles de importancia en otros clubes.
Apunte esto
Carmelo Anthony volvió a tener otro juegazo ayer para los Knicks de Nueva York, que habían perdido dos en línea…Por cierto, Charlie Villanueva vio acción y se dejó sentir con 17 puntos…Buen juego de los Lakers el sábado, pero el equipo sigue sin identidad…Pierden de Sacramento y les dan castigo a los Mavericks de Dallas.
