Videojuegos, ¿simple entretenimiento o una obsesión peligrosa?

Hace casi seis meses que no veo a Carlos, otro amigo me lo presentó unos meses antes y me pareció una excelente persona: bien educado…

Hace casi seis meses que no veo a Carlos, otro amigo me lo presentó unos meses antes y me pareció una excelente persona: bien educado y muy inteligente, con muchos conocimientos prácticos de computación y dispositivos tecnológicos.

Compartimos en varias ocasiones para hablar de música, tecnología y para jugar un rato a videojuegos, a los que también soy aficionado.

Pero noté que Carlos, por lo regular, andaba de prisa, no importaba que fuera fin de semana o feriado y siempre se marchaba temprano.

En una ocasión le pregunté que cuál era la prisa y me dijo que tenía una reunión importante. Después de eso, en varias ocasiones, lo escuché hablar sobre convenciones y reuniones de grupo a las que no podía dejar de asistir, entonces le pregunté a mi otro amigo, que lo conocía mejor que yo, qué por qué el trabajo de Carlos era tan exigente , o si él estaba metido en algún grupo religioso o algo parecido. Una sonrisa se dibujó en su rostro y hubo un par de miradas cómplices y risas en el grupo. Al parecer pregunté algo tonto.

Entonces me enteré que Carlos sí tiene un buen trabajo, y aunque es joven “menos de 30”, es encargado de un departamento en el área de tecnología en una importante empresa del país, pero sus reuniones y convenciones no tienen nada que ver con esto, sino con un videojuego llamado “World of Warcraft” y que todos estaban preocupados porque él estaba obsesionado con el juego, y cada vez lo veían menos.

Carlos salía del trabajo y se encerraba en su casa a jugar y además, últimamente hacía grandes inversiones económicas en tecnología, específicamente, en juegos.

La próxima vez que vi a Carlos, intercambiamos unos DVD de Anime, y aproveché para confrontarlo con respecto al juego y sus importantes reuniones, y me dijo: “lo tengo todo controlado, es sólo un juego, tú sabes de eso”.

Me dijo también, que tenía que irse porque tenía que reunirse con su grupo para discutir la estrategia a seguir, porque el sábado en la noche, tenían que matar un dragón. Antes de terminar la conversación agregó que hace tiempo que quería invitarme a participar del juego, me habló de los magníficos gráficos y retos que propone y de que es un mundo en constante expansión.

La última vez que vi a Carlos hace como 6 o 7 meses, él pasó por casa a dejarme unos DVD de videojuego para que aprovechara la oferta de unos días gratis por Internet. Otros amigos en común, me dijeron que casi no lo ven o apenas se han cruzado con él en algún momento.

Un estudio reciente realizado en Inglaterra colocó a “World of Warcraft” en el puesto número uno entre los videojuegos más adictivos actualmente.
“World of Warcraft” es un juego de fantasía y guerra “Multijugador Masivo Online”, en el cual el jugador crea un avatar o personaje, eligiendo entre diferentes razas, desde humanos a seres como orcos, elfos y otras criaturas, también el jugador elige una profesión u ocupación como herreros, mercaderes, magos, mercenarios y ladrones, entre otros.

Por eso este tipo de juego es llamado juego de “RPG” (en español de interpretación de papeles). Existen infinidad de juegos de este tipo, pero “World of Warcraft” tiene el récord Guiness para el “MMORPG” más popular, con más de 10.3 millones de suscriptores.

Ya para 2005 el doctor Maressa Hecht Orzack, un psicólogo clínico en el Hospital McLean en Massachusetts y además fundador y coordinador de “Computer Addiction Service”, informó que aproximadamente un 40% de los jugadores a “World of Warcraft” eran adictos.

No es juego de niños
La edad promedio de los aficionados a los videojuegos es de 35 años y con cierto poder adquisitivo, pues este entretenimiento genera para la industria más dinero que el cine y la música juntos.

Sólo en Estados Unidos, durante el primer trimestre de 2011 la industria de los juegos electrónicos recaudó US$6,000 millones.

Los videojuegos se han convertido en parte de nuestra cultura, al punto de que algunos personajes virtuales son verdaderas estrellas y hasta compiten por portadas de revistas con grandes celebridades. Es el caso del personaje Lara Croft del videojuego Tomb Raider, también llama la atención el caso del conocido actor Robin Williams que recientemente confeso que el nombre de su hija Zelda Williams es en honor a un personaje de videojuegos.

En 2012 el premio Principe de Asturias de Comunicación y Humanidades destinado a personas “cuya labor de creación e investigación, represente una aportación relevante a la cultura universal” le fue entregado a Shigeru Miyamoto considerado el padre del videojuego moderno.

Daños a la salud
Estudios realizados por las universidades Emory y Michigan (EEUU), advierten sobre la relación de algunos problemas de salud y los videojuegos. Entre sus conclusiones se estableció que los videojuegos afectan de forma diferente a hombres y mujeres así las mujeres corren riesgo de sufrir depresión y otros problemas relacionados.

De acuerdo al equipo dirigido por James B. Weaver, las mujeres usan los juegos como una “una automedicación digital” y pueden llegar a desarrollar reacciones obsesivo-compulsivas. Mientras, los hombres tienden al sobrepeso y volverse introvertidos y agregan que en el caso de los niños los malos hábitos sedentarios pueden extenderse hasta la edad adulta.

Otro aspecto de los videojuegos que puede afectar la salud es el de la violencia, de acuerdo a un estudio realizado en adolescente los videojuegos violentos estimulan en ellos la actividad de regiones del cerebro ligadas a las emociones y reducen las respuestas de las zonas que se encargan del razonamiento y el autocontrol.

El estudio dirigido por el doctor Vincent Mathews observó a 44 adolescentes, escogidos al azar con la única condición de no haber registrado problemas de comportamiento. La mitad del grupo jugó un juego sobre guerra que incluye violencia explícita y la otra mitad uno no violento, aunque excitante.

Los datos obtenidos por monitoreo de sus cerebros mientras jugaban, detectaron que el grupo con el videojuego violento mostró una mayor actividad en la amígdala cerebral, ligada a la excitación emocional y el grupo con el videojuego no violento registró mayor actividad en la parte prefrontal de su cerebro, vinculada a la concentración intelectual y al autocontrol.

Muchos videojuegos no están recomendados para niños o adolescentes, pero encuestas recientes revelan que 5 de los 6 videojuegos en Internet más usados por menores tienen calificación para mayores de 16 años. Al parecer la única limitación que ponen algunos padres es en cuanto a las horas y días en la que los niños pueden jugar. l

Dra. Grecia de León psicóloga

“La adicción a los videojuegos es igual que el tabaco, el alcohol y otras drogas, debe ser tratada clínicamente, en algunos casos con medicación. Los síntomas pueden incluir ansiedad y una conducta obsesiva compulsiva.

Tan patológico es jugar compulsivamente en un casino, como con un videojuego. En el caso de los videojuegos, una vez que lo tienes no tienes que comprar una nueva porción, por lo que siempre está disponible el objeto de la obsesión. Si el videojuego pasa de ser una diversión ocasional a un ente que te separa de familiares y amigos, entonces hay un problema”.

No todo es malo 

El debate esta abierto y para algunos expertos los videojuegos pueden desarrollar una gran variedad de conocimientos, y habilidades para quienes los utilizan.

En pruebas realizadas con educadores la valoración de varios videojuegos incluyendo el “World of Warcraft” es positiva y opinan que éstos aumentan las capacidades de analizar estadísticas y probabilidades, gestionar recursos, los jugadores aprenden sobre el funcionamiento de mercados, economía, sociología y matemáticas. 

Un caso interesante es el de “Faraday Lands” un juego que exige una descripción por escrito y muy detallada de los personajes y pone en contacto a sus jugadores para intercambiar y criticar sus trabajos, lo que resulta en un estímulo para los noveles escritores.

La opinión sobre los juegos por Internet es que forman comunidades con intereses afines donde se exponen criterios e ideas y se ponen en contraste con las de otros jugadores, lo que puede ayudar en la realización personal. Claro está que estos beneficios pueden esfumarse si no hay un uso adecuado y moderado de esta tecnología.

La adicción a los videojuegos

Aunque no existe una forma precisa de diagnóstico, sí se han observado algunos síntomas que podrían alertarnos del problema:
Mentir: La persona niega o no es consciente sobre el tiempo que pasa frente al televisor o la computadora y en ocasiones pone excusas para no participar de otras actividades.

Obsesión: El único tema de conversación constante parece ser el juego y además, en el caso de adolescentes, se ha registrado irritabilidad y desinterés frente a otros temas.

Descontrol: Un síntoma común es que la persona estima un tiempo de juego, pero luego no pueda parar, por varias horas.

Alejamiento: Amigos y familiares pasan a un segundo plano por igual otras actividades sociales y hasta se descuidan deberes que pueden afectar en lo académico y en lo laboral.

Despilfarro: Los videojuegos modernos tienen grandes requerimientos técnicos y los usuarios intentaran siempre mantener sus equipos actualizados, gastando en accesorios, hardware y software.

 

 

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