Cuando Elena empezó a pagar más a la compañía de telecomunicaciones para que le cambiaran la velocidad de Internet no lo vio como un gasto sino como una inversión.
Sabía que si su servicio era más rápido aumentarían sus posibilidades de ganar en decenas de concursos de Facebook en los que a diario participa.
Para algunos Facebook es un espacio para el ocio, las poses y las relaciones; para otros resulta un medio que les posibilita lograr cosas que de otro modo no podrían conseguir.
En nuestro país, hay gente que sabe aprovechar las ventajas que cientos de empresas ofrecen a sus clientes y seguidores, a través de sus fans pages o páginas de seguidores. El tema del concurso tiene tantas personas interesadas que en el país han surgido dos páginas de Facebook especializadas en concursos.
Una de ellas es Caza Fortunas RD, que tiene 84 seguidores y La Casa de los Concursos, que tiene 155. Estos portales se especializan en publicar las rifas y sorteos que tienen los fans pages de las empresas. “Por los concursos en Facebook he obtenido muchos beneficios, he conocido personas muy amables, mayormente los concurso en que participo son para mis niñas, que han disfrutado de parques inflables, comida y muchísismas cositas más”.
Solo en una ocasión Elena hizo algo extraordinario para ganar un concurso. Hizo un video gracioso con el apoyo de su esposo. “Lo que más me gusta es que mientras estoy concursando sigo de manera normal atendiendo a mis amigos”.
Luis M. tiene varios meses que no trabaja. Pero el suyo no es un tiempo perdido en términos de ingresos. Hace quince días ganó un fin de semana en un resort y lo intercambió por dinero con un amigo. Hay restaurantes que hasta hace poco no conocía y ya los visitó, gracias a órdenes para cenar que se ganó en el fans page de una tienda de ropa para caballeros.
Pide reserva de su nombre real, porque no quisiera que la gente sepa que, en ocasiones, para ganar algunos premios ha inventado perfiles falsos para ganar concursos que se deciden por votos, es decir, donde triunfa el que haya recibido más “me gusta”.
Jennifer S. también es concursante profesional en Facebook. Cuando se visita su perfil se puede ver que está agregada a cientos de páginas, pero a diferencia de Luis, ella no tolera la trampa y le indigna cuando la hacen en su contra.
“Lo que más me gusta es sentirme fuerte, sentirme exitosa, capaz de superar cualquier reto, por eso me gustan los concursos. Además, no entro en todos, depende del bien que se vaya a sortear. debe interesarme”.
Ella empezó en un concurso de la página de una pizzería. Ganó unas entradas para el cine y desde entonces no ha parado de participar y de agregar fans pages a su perfil.
“¿Que en qué me han beneficiado? Bueno, si te hago una lista sería inacabable hoy, porque me he ganado desde órdenes de compra del supermercado y tiendas, hasta productos para el pelo, para el cuerpo, blusas, ropa interior, libros, dinero en efectivo, entre otras”, cuenta la joven universitaria.
Muerta de la risa, confiesa que para ganar en un concurso de una empresa de galletas grabó un video que la hizo pasar vergüenza. “En mi trabajo todos me preguntaban en qué pensé cuando lo hice, pues aunque no era nada obsceno, la voz que utilicé no era acorde con la intención del video. Y para colmo no gané”.
“Participar en los concursos –agrega Jennifer- me ha permitido llevar a mi madre a cenar a un restaurante, nunca había ido, y mañana me voy de resort gracias a un concurso. Ademas, cuando me gano cosas para mi casa, muchas veces las comparto, con mi suegra”.
Somos un círculo
Jennifer S. explica que los concursantes profesionales de Facebook en el país son un grupo cerrado y que todos se conocen. Cuando uno gana, los demás lo felicitan, sin importar si saben que es un consumado tramposo o tramposa que ha creado más de mil perfiles falsos, para votar por sí mismo, como sucede con una pareja de novios. “Yo conozco a otros aficionados a los concursos, sí.
Siempre son las mismas personas, es como un círculo, todos nos conocemos aunque sea virtualmente. Considero injusto que se utilicen cuentas falsas para hablar de los demás participantes, o que denuncien las fotos de los participantes para que ellos la borren”.
Elena M. asegura que conoce a muchos otros concursantes y que reconocen siempre el triunfo ajeno, aunque hay “muchísima gente que no sabe divertirse y prefiere hacer trampas”.
