Vulnerabilidad y gobierno

Antes de que estuviera de moda el “cambio climático”, en el país hemos tenido las denominadas áreas vulnerables, muy…

Antes de que estuviera de moda el “cambio climático”, en el país hemos tenido las denominadas áreas vulnerables, muy susceptibles a inundaciones durante la época ciclónica. Quienes las habitan sufren los rigores de las tempestades. Las autoridades, simplemente, cuando se presentan las emergencias, alertan para una pronta desocupación, hasta un retorno feliz. Y así, el ciclo se repite, hasta siempre.

Ahora, cuando vivimos los tiempos de “hacer lo que nunca se hizo”, sería justo que las autoridades no sólo cambien el discurso, sino, en consonancia con la consigna de “Manos a la obra”, adopten políticas que impliquen un cambio a esa penosa realidad.

Las autoridades saben muy bien qué puede ocurrir en cualquier momento en La Barquita, Sabana Perdida, Santo Domingo Norte. Las autoridades saben también qué ocurrirá en El Hoyo de Julia en Santiago.

Las autoridades saben muy bien qué le espera a una región vulnerable, sometida a un grave y deterioro medioambiental como es la cuenca baja del valle de Neiba, que no sobrevive una temporada ciclónica sin que sea afectada por una inundación.

La historia de Jaquimeyes, Peñón, provincia Barahona,  no tiene que ser contada para conocerla. Lo mismo pasa con El Jobo, Uvilla, Peñón y Tamayo, en la provincia Bahoruco. Están condenadas a progresivas inundaciones, con pérdidas de corteza terrestre, cultivos y vidas humanas. La degradación de los suelos y las amenazas que penden sobre el área Este de la laguna Rincón es alarmante, tanto para los habitantes de Cabral como de Peñón.

El drama de los pueblos inundados por el lago Enriquillo es inenarrable y por más científicas que sean las versiones y explicaciones de los expertos, nunca serán satisfactorias si no toman en serio que la principal fuente del desastre son los millones de metros cúbicos de agua que vierte el río Yaque del Sur sobre ese manto de agua a través del canal de Mena y la laguna Rincón.

Un gobierno de la gente debe buscar soluciones definitivas a esos dramas humanos, y si no se quiere por la misma gente, que lo hagan al menos por razones medioambientales, por la tierra.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas