Ecologistas alertan sobre depredación

Santiago.  La explotación del material de mina en la cordillera Septentrional y comunidades de la zona sur comienza a causar depredación en varias comunidades.

Santiago.  La explotación del material de mina en la cordillera Septentrional y comunidades de la zona sur comienza a causar depredación en varias comunidades. Las operaciones de las minas al margen de controles, según ecologistas, atentan contra el ecosistema.

En todo el trayecto desde Santiago hasta Puerto Plata en la carretera turística Gregorio Luperón, desaprensivos se dan a la tarea de desmontar montañas completas.

La explotación de las minas se aprecia también en la comunidad de Palmar Arriba, del municipio de Villa González, en Jacagua Abajo, mientras que en Ranchito continúa el conuquismo, con la quema de plantaciones montañosas sembradas de árboles preciosos para dedicarlos al cultivo de tabaco.

En la actualidad, continúa la extracción de materiales, al igual que en Carlos Díaz, en Arroyo del Toro, y El Limón, comunidades pertenecientes al municipio Tamboril. La Sociedad Ecológica del Cibao (Soeci) reveló que de diez minas que operaban cerca a la zona de Villa González, solo dos habían obtenido los permisos legales y todas utilizaban supuestamente el material para la construcción de la avenida Circunvalación Norte.

“En principio la justificación que dieron es que utilizarían el material para obras”, expresó Olmedo León, director ejecutivo de Soeci.

Sostuvo que cada caso debe evaluarse de forma particular, pues hay zonas que sí pueden ser explotadas.

Aunque hace dos años Soeci logró el cierre de unas de las empresas explotadoras de materiales en Arroyo Hondo, al sur de Santiago, posteriormente fue reabierta sin ninguna explicación. 

En La Vega se comienza a dar un fenómeno similar con el desmonte de montañas, por empresas de la zona, para la explotación de minas para la construcción.

Ecologistas pidieron detener esa práctica que amenaza la zona boscosa.
En todo el trayecto por la autopista Duarte se puede observar como los desaprensivos dejan huecos en espacios que antes estaban plantados de varias especies.

Ecologistas temen que suceda lo mismo que con Loma de Miranda y reclamaron que esas áreas sean convertidas en parque nacional.

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