Por Haití

Haití pasa otra vez por una mala hora, más allá de las precariedades cotidianas. El paso del huracán Matthew ha generado una catástrofe que plantea una crisis humanitaria.

Haití pasa otra vez por una mala hora, más allá de las precariedades cotidianas. El paso del huracán Matthew ha generado una catástrofe que plantea una crisis humanitaria.Los informes confirman lo que temíamos después del paso de un huracán con vientos de más de 220 kilómetros por hora principalmente sobre la depauperada región de Les Cayes, al suroeste de Puerto Príncipe.

Los vientos arrasaron las viviendas, y peor aún, los muertos suman 283. ¡Pobre Haití!
Se requiere la ayuda internacional. Ya las Naciones Unidas declararon que la emergencia humanitaria en Haití amerita una acción continua de auxilio. Estados Unidos movilizó el miércoles sus fuerzas armadas con el envío de varios helicópteros para ayudar en las labores de rescate.

Es la emergencia, pero se requerirá de nuevo una ayuda mayor y de gran calado. Cuando el terremoto de enero de 2010, los dominicanos reaccionamos rápidamente y fuimos los primeros en llegar a Puerto Príncipe, el lugar más golpeado por el sismo.

Les Cayes está mucho más distante, y hará más dificultosa una acción humanitaria. El gobierno dominicano no ha reaccionado, pero es tiempo de que lo haga. Las personas también pueden buscar los medios para contribuir a aliviar la suerte de cientos de personas sin viviendas y sin los medios mínimos para la sobrevivencia.

Todavía se evalúan los daños, y aunque Les Cayes fue la zona más castigada, los efectos se sienten en amplias zonas del territorio. Las autoridades contabilizan 3,214 viviendas destruidas. Carreteras y otras infraestructuras fueron severamente dañadas.

La estimación oficial de los damnificados sobrepasa las 350,000 personas. Se trata de la peor crisis humanitaria en el país desde el devastador terremoto de 2010, ha estimado el vicerrepresentante especial de Naciones Unidas para Haití, Mourad Wahba.

El huracán Matthew hizo daños en la República Dominicana y Cuba, pero nada en comparación con el desastre provocado en Haití.

Es tiempo de tender la mano nueva vez a Haití. El gobierno y el pueblo dominicanos deben ir en su apoyo. No esperemos más. Acudamos en su ayuda.

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