Tengo la impresión (mi olfato periodístico, que no suele fallar, así lo percibe) de que un día de estos, quizás muy pronto, ese hombre tomará una decisión entre seguir siendo lo que es (un empresario exitoso, demostrable con miles de millones de pesos de inversión y ganancias), o dedicarse a un oficio que le demanda demasiado tiempo y energía física y emocional y lo expone a una burla generalizada degradante de su imagen, para al cabo ser desechado como un objeto más del vertedero político. (Por eso no me sorprendería si mañana Gonzalo Castillo renunciara a la tremenda vaina en que lo han metido).

Posted in Fogaraté

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas