KEY BISCAYNE, Florida, EE.UU. Agotado de tres meses triunfales, Roger Federer despidió un último golpe, sacudiendo una derecha hacia las tribunas para ponerle signos de exclamación a su victoria ante Rafael Nadal en la final del Abierto de Miami.
Ahora le toca un merecido respiro de dos meses. “Ya no soy un jugador de 24 años”, dijo Federer. “Necesito descanso. Mi cuerpo necesita bálsamo”.
A sus 35 años, Federer exhibe tal vez el mejor nivel de tenis de su carrera. Tan excelso que ahora ejerce la supremacía frente a su eterno rival.
Federer doblegó 6-3, 6-4 a Nadal el domingo, para apoderarse del trofeo en Miami y convertirse en el tenista de mayor edad que ha conquistado este certamen con 33 años de historia. El suizo derrotó también a Nadal en enero, en la final del Abierto de Australia, y hace un par de semanas en Indian Wells.