Tras nueve meses de juicio, y cuatro años de estar en un proceso penal, Ángel Rondón, principal implicado en el caso Odebrecht, solicitó ayer su absolución.
A través de sus abogados, el imputado le pidió a las juezas que conocen el caso ser declarado, por insuficiencia de pruebas, no culpable de incurrir en soborno y lavado de activos.

Además, solicitó que se rechace el pedimento del Ministerio Público, de que sea condenado a 10 años de prisión y se le decomisen decenas de bienes y cuentas bancarias, por improcedente, mal fundado y carente de base legal.

Rondón también requiere de las magistradas Giselle Méndez, Tania Yunes y Jissel Naranjo, quienes componen el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, que declaren la extinción de la acusación presentada en su contra por el tiempo que ha transcurrido desde que fue sometido a la justicia.

En el improbable caso, solicitó que se declare la prescripción por el tiempo que pasó entre cuando se presentó la acusación y cuando se hicieron los contratos de las obras, que dice el Ministerio Público le fueron adjudicadas a Odebrecht por el soborno dado por Rondón.

Al salir de la audiencia, Wilson Camacho, titular de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), afirmó que la defensa de Rondón está aturdida, confundida y alejada de la realidad.

El juicio continúa el lunes, día en el cual Víctor Díaz comenzará a presentar sus alegatos finales.

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