Después de permanecer por unos 15 años como empleada de otro negocio decidió trillar su camino a nivel empresarial

Josefina Valenzuela fue ejecutiva de Ventas por 15 años en una empresa, pero entre sus planes nunca estuvo el pasarse toda la vida como empleada de un negocio que no era suyo.

En el año 2012 dio el gran salto junto a su esposo, cuando inició una empresa de soluciones de limpieza para el hogar, la oficina y los vehículos. “Lo que hacemos aquí abarca todas las áreas.
Elaboramos productos para lavado de autos, para limpieza de talleres, limpieza de clínicas y hospitales, lavanderías, productos para cristalería, como son los lavaplatos, y jabones líquidos clorados y para ropa negra”, le explica Josefina al equipo de prensa de elCaribe que le visitó en la avenida Circunvalación número 414, en el sector Los Ríos de la capital.

La empresa, cuyo nombre es Solu-Limpieza Prisy, también se especializa en la fabricación de productos para lavado de ropa de recién nacidos, jabones líquidos de distintos olores, entre ellos de manzana y cherry; jabones antibacteriales y desinfectantes. Tiene un amplio abanico para ofrecer. Josefina Valenzuela es licenciada en contabilidad, pero solo ha ejercido la carrera dos veces, según sus propias palabras. “Siempre mi espíritu estuvo inclinado por el mercadeo. Entendí que la contabilidad no era lo mío, aunque nunca está de más el conocimiento, así que me dediqué a esto y me gusta mucho”, indica. “Ahora llevo la contabilidad de mi propio negocio. Tengo veinte años y pico en el mercadeo”, sigue contando la emprendedora mujer.

Mientras conversa, los clientes llegan y llegan al negocio. Es una dinámica diaria, según explica. Algunos como Ramona de la Rosa acuden por un galón de cloro, pero otros entran a comprar un ambientador de carro o un brillante para neumáticos. La propietaria de la empresa resalta que no le ha sido fácil llegar al lugar en el que se encuentra. Pero agradece a Dios por ser su guía.

Cuando compara lo que era antes el negocio y lo que es ahora, concluye en que la diferencia es grande. “Estoy muy satisfecha. Cuando una hace las cosas con amor todo es posible. La vocación, la disciplina y no usar la palabra cansancio han sido mi clave. Doy un servicio y tengo buenos precios, que dejan complacidos tanto a pobres como a ricos”, resalta.

En Prisy hay siete empleados, incluida Josefina, que se encargan de las distintas labores que envuelven un negocio de su naturaleza. “Te puedo decir que es un personal capacitado.
Usamos todas las herramientas de trabajo, entre ellas las mascarillas, máquinas para ayudar con algunos procesos, botas, guantes, capas para cubrir la piel y le damos a los colaboradores la leche diaria que se recomienda para este tipo de trabajo. Pero sobre todo le damos la orientación de que estamos bregando con químicos y tenemos que protegernos y proteger el medio ambiente”, dice.

Josefina es más que una gerente. Junto a su esposo se involucra en la preparación de los productos. Los dos se encargan de las ventas, pero el esposo lo hace mucho más por el sur del país. “En Baní, por ejemplo, tenemos una ruta hace once años. La iniciativa y el coraje para iniciar esto yo diría que los tuvo mi esposo. A partir de que un primer cliente nos pidió una factura como de 50 mil pesos y nosotros no teníamos ni cinco mil pesos, mi esposo me dijo desde hoy tenemos una compañía. De ahí en adelante, con la fuerza y la voluntad del Señor emprendimos la empresa, hasta la fecha”, rememora con orgullo la empresaria.

Aconseja cuidar siempre la calidad. “Si usted descuida la calidad pierde el cliente y deja de existir usted, la empresa y el cliente”, advierte. Pero en el mercado hay competidores que también ofrecen calidad. ¿Qué otro elemento hace atractivo visitarla a usted?, le pregunta este periódico. Su respuesta es que Prisy ofrece buenos precios.

Servicio a domicilio y la importancia del reciclaje

Josefina Valenzuela tiene las opciones de llevar el producto al cliente o que éste pase al local del fabricante a recoger lo que ha comprado. “Cuando el monto de compra supera los RD$3,000 lo llevamos a domicilio”, explica.

Prisy suple a consorcios de bancas, a la Maternidad La Altagracia, a centros médicos privados y a negocios de lavaderos de carros o car wash. El negocio presta mucho interés al reciclaje, tanto, que a toda persona que le lleva un galón vacío, le entrega cinco pesos por la entrega.

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