Si “la cosa” llegara a complicarse demasiado (hasta ahora no lo está), y los fertilizantes llegaran a escasearse o a encarecerse mucho, se podría acudir, por ejemplo, al uso de gallinaza y pollinaza, como sustitutos de éstos.

Eso plantean entendidos en la materia y productores con experiencia en sus usos. La gallinaza y pollinaza son materiales orgánicos que pueden procesarse para producir abono orgánico compost y bocashi. Estos abonos son ricos en macro y micronutrientes necesarios para el desarrollo de las plantas.

En otras palabras, son materiales orgánicos que pueden aportar soluciones en cualquier momento y especialmente cuando los precios de los fertilizantes de síntesis química incrementan sus precios o se colocan “por las nueves”.

Todos los estiércoles de los diferentes ganados pueden ser aprovechados, pero deben ser procesados-descompuestos.

El riesgo de que por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania haya efectos en la agropecuaria no lo tiene República Dominicana de forma exclusiva. Si se mira el tema por el lado de la dependencia de fertilizantes que se tiene de Rusia y Ucrania, entonces hay otras naciones que podrían “tenerla complicada”.

Colombia, por ejemplo, importa 42 % de los fertilizantes desde Rusia y Ucrania, y otro 10 % desde Bielorrusia. Otros países de la región, como Brasil, han presentado planes para bajar la dependencia de las importaciones de insumos para los cultivos, de acuerdo con informaciones ofrecidas en Agronegocios.

Naciones como Canadá, Rusia y Estados Unidos, son grandes proveedores para toda Latinoamérica de fertilizantes.

Rusia además produce enormes cantidades de nutrientes, como potasa y fosfato, ingredientes claves en los fertilizantes que permiten el crecimiento de plantas y cultivos.

Dependiendo del insumo que se trate existen otros proveedores, como Trinidad y Tobago y Alemania, entre otros. Sin embargo, hay que aclara que hasta ahora no problemas de indisponibilidad o faltante de fertilizantes en el país. “Y quiera Dios que no haya”, le dice a elCaribe el productor arrocero Lalo Encarnación, propietario de 45 tareas en el sector Los Castallenos, de Angelina, en Cotuí.

La potasa es un mineral industrial ampliamente utilizado como fertilizante. Se deriva principalmente del cloruro de potasio (KCl por sus siglas en inglés), que también se conoce como muriato de potasio (Mop por sus siglas en inglés).

Mientras, el fosfato es un fertilizante granulado para aplicación del suelo, con una alta concentración integral de nitrógeno y fósforo.

De acuerdo con opiniones del especialista internacional Jorge Bedoya, hay tesis que hablan de la pollinaza y la gallinaza como alternativas, pero la pregunta es en qué volúmenes, y si realmente contribuyen en la misma alimentación de las plantas como la urea o el cloruro de potasio.

Mientras, el especialista ambiental colombiano Carlos Duque asegura que todo el mundo está desesperado por el costo de los fertilizantes (no se refiere expresamente a República Dominicana) y que la crisis de Ucrania agudiza aún más el tema de los insumos por costos. “Pero eso viene desde hace varios años, los costos han sido enormes”, indica.

Si bien desde finales del pasado año no se mueven, las seis fórmulas más usadas en la agricultura local -hasta ese momento y antes del actual conflicto entre Rusia y Ucrania- se habían disparado en su cotización.

Lo que ha pasado en el mercado desde el 2021

El quintal de abono 15-15-15 o triple quince costaba 1,700 pesos y luego, a finales del pasado año y antes del conflicto Rusia-Ucrania se colocó a 2,370, para una diferencia absoluta de 670 pesos y porcentual de 39.4 %, de acuerdo con datos de cultivadores agrícolas. El quintal de urea pasó de 1,800 a 2,420 pesos (+34.4 %), y la fórmula 20-5- 20 se elevó de 1,880 a 2,380 pesos.

En el caso del sulfato granulado, su precio pasó de 935 a 1,535 (+64.1 %).

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