Desde hace diez años, está dedicada, en un terreno de 20 tareas, a sembrar palmas y cereza que luego comercializa

Liliana Mercedes Peña se insertó en el sector productivo, prácticamente desde el momento que comenzó a fijarse en actividades agropecuarias no tradicionales.

Se sintió atraída por el cultivo de palmas ornamentales, que tienen gran demanda en cadenas hoteleras, y la cereza.
Liliana se define como una persona arriesgada, persistente y positiva, pero sobre todo, una persona a la que le gusta pensar siempre en grande.

“Hace mucho decidí que la plantación y cultivo de matas de palma y cereza serían mi ocupación ideal, tras ver este modelo de negocio ejecutado por otra persona de mi comunidad”, le cuenta la microempresaria al periódico elCaribe.

Su vivero, ubicado en un terreno de 20 tareas que tiene al lado de su casa, en Cenoví, San Francisco de Macorís, ha sido el medio que le ha permitido insertarse como ente productivo en la sociedad, tras dedicarse a la cosecha y venta de cerezas, las cuales distribuye en el mercado de su localidad y en los de Santo Domingo, donde ha adquirido una clientela fija.

La colecta de las cerezas se realiza interdiario, durante un período de tres a cuatro meses, en el año. Para ello cuenta con cinco empleados y en ocasiones sub contrata un mayor número si se requiere, dependiendo de la producción. Generalmente logra venderla a muy buen precio, a razón de RD$350 la cubeta.
Cuando la cosecha comienza se vende hasta a RD$900, pero cuando hay mucha, baja a poco menos de RD$300. Una cuestión de oferta y demanda en el mercado.

La cereza tiene un gran potencial en el mercado local y en los Estados Unidos, según han afirmado expertos del área en el país, y es ahí donde Liliana sueña llegar. La actual coyuntura de crisis retrasa un poco sus planes, pero mantiene el anhelo de convertirse en exportadora, en un futuro no muy lejano; en una gran empresaria. Liliana se ha ayudado bastante con un microcrédito que obtuvo vía la Fundación Dominicana de Desarrollo (FDD), una institución, que dirige cerca del 35% de su cartera a microempresarios que van mejorando su inmueble o su producción, como es el caso en cuestión.

La otra pasión de Liliana, persona a quien la FDD ofrece soporte, que es el cultivo de matas de palmas, la lleva a dar sumo cuidado a esas plantaciones, las cuales, tras cuatro años, están aptas para comercializarlas con fines ornamentales, utilizándose mayormente para decoración en hoteles, en áreas públicas que embellecen los ayuntamientos y las grandes empresas en sus jardines. “Estos son actualmente mis clientes, quienes realizan encargos por docenas o por cientos de palmas. A la fecha tengo alrededor de 500 palmas sembradas de tres variedades”, explica.

Liliana Peña tiene grandes planes para este ambicioso proyecto, al que ha dedicado 10 años de labor. “Deseo comprar más terreno y agrandar la producción para suplir a un mercado mayor que requiere tanto de las cerezas como de las palmas”, indica, en una conversación sostenida de manera remota o virtual. La actual coyuntura de crisis provocada por el COVID-19 manda que así se realicen los “encuentros”.

Con la actividad que realiza, Liliana contribuye grandemente al sustento de un sin número de familias que se benefician de ese sector.

Credenciales
El nombre del negocio es “Plantaciones de Cereza y Palmas”, y se le puede ubicar a través del teléfono 809-290-1054.

Localización
La pequeña empresa está ubicado en Calle Principal #370, Los Caimito de Cenoví, San Francisco de Macorís, provincia Duarte.

Posted in Destacado, Dinero, Emprendedores

Más de destacado

Más leídas de destacado

Las Más leídas