Tras casi dos años inmersos en una pandemia mundial con un impacto muy negativo y un panorama sociopolítico fracturado a nivel global, junto con normas sociales totalmente nuevas en todo el mundo, el 2022 será prácticamente la continuación de las situaciones que impactaron y revolucionaron el estilo de vida en el 2021.
“No necesariamente será un feliz año nuevo. Es más bien una sensación de: ‘¡oh, es año nuevo!’”, adelantó la observadora de tendencias Marian Salzman, no sin dar buenas noticias sobre cambios en el trabajo, la educación e incluso, en la salud mental.
Analista de tendencias y una de las comentaristas culturales más influyentes del mundo, conocida por crear conceptos como “Metrosexualidad” en 2003.
Salzman hizo un análisis de las tendencias que marcarán el próximo año, durante su conferencia “22 for 2022: measuring up what we thought we knew”.
En este encuentro, la también vicepresidenta senior de comunicaciones globales de Philip Morris International (PMI), destacó que el 2022 será un año todavía marcado por los efectos de la pandemia del COVID-19, en el que el trabajo y las aulas continuarán un sistema híbrido, que seguirá combinando la virtualidad con los encuentros presenciales.
En materia laboral, aseguró que prácticamente toda la información está disponible en Internet, por lo que “el conocimiento será menos valioso, mientras que saber cómo hacerlo será más apreciado y valorado”.
Compromisos de diversidad, igualdad e inclusión
Apuntó que a medida que las oficinas vuelven a abrir y las empresas recuperan su rumbo, las personas se encuentran reevaluando lo que quieren de su trabajo, y qué tanto están dispuestos a aguantar.
Para este 2022 se esperará más de las empresas y no solo salarios justos, sino iniciativas y compromisos de diversidad, igualdad e inclusión para avanzar hacia la justicia social.
“Somos muy conscientes ahora de la inequidad. Creo que estamos conscientes de que las cosas no han sido justas”, indicó durante la conferencia.
Por otro lado, señaló que las empresas están calculando los riesgos y beneficios de tener un sistema de trabajo híbrido, es decir, que combine el trabajo remoto con el presencial.
Además, prevé el surgimiento de “agentes de cohesión”, especialistas internos y tercerizados con la tarea de unir un equipo de trabajo a distancia.
Igualmente, las compañías se encuentran buscando mejores formas de capacitar la fuerza laboral, de forma rápida y rentable.
“Las organizaciones se esforzarán por ofrecer la combinación adecuada de condiciones y beneficios, y los arreglos remotos e híbridos serán parte de la nueva flexibilidad corporativa”, dijo.
Puso de ejemplo a las grandes empresas tecnológicas como Meta, Google y Twitter, que han implementado políticas de trabajo remoto.
“En PMI, subrayó, hemos desarrollado un plan global llamado SmartWork, un híbrido de empleo remoto y basado en la oficina, para permitir una mayor flexibilidad en cómo y dónde los empleados eligen trabajar”.
Normalización de la salud mental
Igualmente pronosticó cada vez más la normalización de las enfermedades mentales y el reconocimiento de la salud mental, como estrategia de atención, incluso dentro de las empresas.
Salzman identificó este momento como el adecuado para adoptar programas, herramientas y tecnologías que aborden los problemas de salud mental y ayuden a mejorar la sensación de bienestar general.
Pronosticó que cada vez más, estas herramientas serán incluidas para monitorear y contribuir a la salud mental y física de las personas.