El protocolo que regulará las visitas de familiares y amigos a las personas privadas de libertad en el sistema penitenciario nacional, que están suspendidas por la incidencia del COVID-19, aún no está determinado y será sometido a los parámetros y controles de la Organización Mundial de la Salud (OMS) previo a su puesta en vigor.
Así lo informó ayer, el titular de la Dirección General de Prisiones, coronel Roberto Hernández Basilio, quien explicó a los parientes de los internos de la Penitenciaría Nacional La Victoria que el protocolo que se llevará cabo debe estar a nivel de los estándares establecidos por la OPS-OMS, con el fin de evitar que la reapertura se constituya en fuente de propagación del virus.
Hernández Basilio abordó el tema al recibir en su despacho por segunda ocasión a una comisión de mujeres parientes de internos que guardan prisión en ese recinto penitenciario.
Reiteró el interés de que los reclusos puedan recibir visitas, ya que es uno de los derechos que les asisten.
