El oro en alza y el petróleo en baja son los dos elementos favorables para las proyecciones presupuestarias, que tienen en el comportamiento alcista del tipo de cambio el mayor desafío de sostenibilidad de los supuestos económicos sobre los cuales se diseñó el Presupuesto General del Estado 2020.

Actualmente el oro se cotiza en los mercados internacionales con una prima de alrededor de 138 dólares por encima de la proyección promedio de precio hecha por el Ministerio de Hacienda para el metal, mientras que el barril de petróleo ha caído a un nivel que está por debajo en unos 27 dólares al promedio proyectado para el 2020.

El Presupuesto del año en curso fue calculado tomando como referencia un costo promedio del barril de petróleo de US$59.10. En las dos primeras semanas de enero, ese estimado estuvo cercano al comportamiento real de los mercados internacionales. A partir de entonces, la cotización del crudo ha estado en baja, tendencia que se ha profundizado a partir de la propagación mundial del COVID-19. El viernes último el barril del crudo de Texas, que es el referente para el mercado americano, cerró en la Bolsa de Nueva York a US$31.50, nivel que es inferior en unos 27.60 dólares, equivalente a 43% del costo promedio estimado para el 2020.

Brillando

En cuanto al oro, el precio actual de unos US$1,530 la onza troy supera en unos US$138 a la cotización promedio estimada para el 2020, que es de US$1,390.80.

El comportamiento hasta el momento de la cotización mundial de oro y petróleo favorece a la parte externa de la economía, porque alivia de amenazas deficitarias a la cuenta corriente de la balanza de pagos. También tiene un impacto favorable para el aspecto fiscal, aunque en el caso del petróleo es un efecto mixto. Por un lado baja las transferencias corrientes del Gobierno al sector eléctrico, para fines de mantener invariable la tarifa eléctrica, y por otro lado, baja las recaudaciones basadas en impuestos a los hidrocarburos, pues uno de los dos gravámenes creados es aplicable bajo el mecanismo ad valorem, que significa que se aplica o cobra sobre el valor. Mientras más alto es el precio, mayor es el rendimiento fiscal o recaudatorio.

El aspecto más adverso, de todos los supuestos económicos utilizados en el diseño del Presupuesto 2020 lo refleja, hasta el momento la cotización del dólar, que durante todo el periodo de 2.5 meses del año, ha estado en constantes conatos alcistas, provocando que el Banco Central interviniera con sus reservas el mercado con más de 700 millones de dólares en lo que va de año. Al mes de febrero las reservas internacionales netas del Banco Central ascendían a US$9,863.6 millones.

Tasa de cambio proyectada

La tasa promedio proyectada por el Ministerio de Hacienda para el año en curso es de RD$53.56 por dólar, alcanzando para diciembre un nivel de RD$55.49. Ya el promedio que utilizó el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) para fijar los actuales precios de los combustibles, de RD$53.63, supera siete centavos a la media proyectada para el año completo. Una de las causas del deslizamiento de la tasa de cambio es que el ingreso de divisas por concepto de turismo ha estado bajando y de las tres grandes fuentes que aportan, solo las remesas han mantenido un flujo creciente. En enero del año en curso, que es el periodo para el cual se tienen cifras, ingresaron divisas por concepto de remesas por US$581.9 millones.

Remesas iniciaron el 2020 con buen repunte

El monto remesado en enero— superior en US$44.9 millones con relación al primer mes del 2019, cuando el monto fue de US$537.0 millones- fue de procedencia mayoritaria de Estados Unidos (72.0%), España (10.2%) e Italia (1.1%), tres países donde hay situaciones complicadas por el tema del coronavirus, lo que pudiera afectar los montos de futuros envíos a República Dominicana. Al menos las procedentes de Italia podrían quedar afectadas, por la paralización de actividades económicas en ese país.

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