El año pasado, el mariscal de los San Francisco 49ers, Colin Kaepernick, empezó a protestar por supuestas injusticias contra personas de color en los Estados Unidos. La forma de protesta fue de arrodillarse durante el himno nacional. Esto empezó a generar polémica entre los jugadores. Con el tiempo, otros jugadores empezaron a unirse a esa protesta y ya estaba siendo común ver en todos los partidos un pequeño grupo de jugadores arrodillándose durante el canto a la patria.

La semana pasada, la situación se convirtió una polémica nacional cuando el presidente de los EE.UU., Donald Trump, dijo que eso era un irrespeto a la patria y que él quisiera ver a los dueños de los equipos botar a los jugadores que hagan ese acto irrespetuoso. Para Trump, la irreverencia de los jugadores es un acto no patriótico y un gesto malagradecido contra todos los que han sacrificado su vida por el país que viven, lleno de oportunidades y de libertades. Trump dice que hay otras formas de protestar y que no tienen que irrespetar la bandera para mandar su mensaje.

De inicio, la NFL mandó un comunicado apoyando a sus jugadores y prácticamente enfrentando directamente al Presidente. Durante los juegos del domingo pasado, los jugadores continuaron arrodillándose o en algunos casos ni salieron al campo durante el himno. Un caso especial fue el de los Pittsburgh Steelers. El equipo completo de los Steelers decidió no salir al campo durante el himno, pero uno de sus jugadores, un veterano de guerra, salió del camerino y se paró sólo con la mano en el pecho mientras cantaban el himno nacional americano. Creo que esto fue una gran ayuda para la causa de Trump. Mientras jugadores ganando millones de dólares no quieren pararse ante el himno, un exsoldado que ha puesto su vida en riesgo por su país, se va en contra de su equipo y de la Liga para mostrar su orgullo de ser americano.

La cosa empezó a cambiar el lunes, cuando el equipo completo de Dallas se arrodilló por unos segundos antes del himno pero todos se pararon al iniciar el himno.

En el juego del jueves por la noche entre Green Bay y Chicago, ambos equipos completos estuvieron parados. Hasta el momento, parece que Trump ha ganado esta batalla. Veremos mañana cómo actúan los jugadores.

Predicciones (5-4): Detroit, Filadelfia, New Orleans

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