¿Cómo incursionas en la difusión del carnaval?
Soy de los pocos dominicanos que conoce todos los carnavales del país, he estado en todos, los he estudiado. En el país hay tres carnavales: el de la Independencia que se realiza en febrero, el de Restauración, que es la fiesta patria de la celebración de la Restauración Dominicana, y el Carnaval Cimarrón, que se hace en toda la zona del cimarronaje del suroeste del país. Al terminar la Cuaresma, en Semana Santa, encontramos unos personajes importantes en San Juan de la Maguana que se llaman Cocorícamo, un carnaval totalmente atípico, rural…, Las Cachúas de Cabral, entre otros. Estamos involucrados en todos los carnavales del país de una manera u otra.

¿Es cierto que el carnaval de Santiago es de los más diversos?
Santiago tiene uno de los carnavales de Independencia de más variedad, porque tiene un personaje central que es el Lechón, el propio Diablo Cojuelo que llegó con la colonización española, pero se dominicanizó. En cada pueblo tiene un nombre diferente, en Puerto Plata se llama Taimácaros; en Mao, Abechisa; en Montecristi, Toros y Civiles; en La Vega y Santo Domingo Diablo Cojuelo; y en Bonao y Salcedo se llama macarao. Santiago tiene una historia muy definida, porque el carnaval nace en el perímetro de dos barrios urbanos: La Joya y Los Pepines, pueblo arriba y pueblo abajo, Los pepineros se llamaban Los Perros y los joyeros se llamaban Los Chivos, luego se rebautizaron y se pusieron Los Cerdos. Las caretas eran iguales, y para diferenciarse hubo que hacer una pepinera con cachos lisos, que terminaba con pico de pato y una joyera con pequeñitos chifles en los cuernos, simulando un puerco espín y la terminación de hocico de cerdo.

¿Cuáles otros personajes son propios de Santiago?
Está el Oso Nicolás Den Den. La tradición habla de que a Santiago vino un circo a finales del siglo XIX, y que al retirarse se quedó el domador con el Oso, pero eso no está documentado. Está el Roba la gallina, personaje nacional desarrollado en Santiago, redimensionado por Raudy Torres. Aquí no hay un patrón como en otros pueblos, donde solo se ve una variedad. También encontramos el hombre al revés, Los tiznados, Los enlodados, los muñecos bailadores, hombres en zancos, travestis que también son parte del carnaval, porque el carnaval es el mundo al revés. Muchos piensan que el diablo cojuelo es satánico, pero es una sátira al diablo, no un culto.

¿Se mantiene esa división de sectores que existía en sus orígenes?
El crecimiento del espacio físico de la ciudad ha hecho que zonas tradicionales no tengan esa fortaleza que tenían anteriormente, sino los nuevos sectores de la parte norte, como Los Ciruelitos, Ensanche Bolívar, Ensanche Bermúdez, Pueblo Nuevo, inclusive, en la zona Sur, hubo una ruptura. A partir de los años 80, con el crecimiento urbano de la ciudad, la pequeña burguesía y la clase media comenzaron a involucrarse, entonces nace el grupo Los Jardines, compuesto por profesionales. Esto ha contribuido a que otros grupos con otra postura económica se involucren, haciéndolo crecer.

¿Qué tanto ha evolucionado?
Antes el carnaval se celebraba en espacios pequeños, en los barrios, ahora es un espectáculo. La cultura no es estática, va en evolución, por esa razón, además de las caretas pepineras y joyeras, podemos encontrar las de Pueblo Nuevo, que es artística, las pequeñas puyitas se convierten en flores. Las Manotas de El Ejido simbolizan el ángel de la paz del Monumento, los trajes de lechón anteriormente eran de un solo color y de lanilla, ahora tienen esa brillantez y un trabajo estético, totalmente diferente. Ha evolucionado para bien.

¿Cuántos grupos hay actualmente en Santiago?
En Santiago hay como 50 grupos de lechones organizados, amén de que también la diáspora de Estados Unidos ha hecho crecer el carnaval. Santiagueros que viven en Nueva York, Boston, entre otros estados tienen instituciones de carnaval, muchos vienen en febrero a desfilar y también participan en los desfiles que realizan allá.

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