“Boy from Heaven”, la película de Tarik Saleh, de la Selección Oficial de Cannes, es un thriller político de eficiente consecución de sus objetivos, en un ambiente pocas veces mostrado.

Una universidad religiosa sunita, exactamente la Universidad Al-Azhar de El Cairo, donde se muestran las controversias entre distintos puntos de vista filosóficos, así como la corrupción que abarca todos los estratos de la sociedad egipcia, es el telón de fondo donde se desarrolla esta película tan poco común.

Tarik Saleh, director y autor del guion, quizás se vaya de Cannes sin palmas por la creación de este filme inusual; pero no dejará de ser un excelente muestrario, como en su momento lo fue el monasterio de retiro de “El nombre de la rosa”, de Umberto Eco, llevada al cine hace algunas décadas por Jean Jacques Annaud. Lo que nos obliga a preguntarnos si son las religiones las culpables de las acciones nefastas de los hombres.

“Boy from Heaven” cuenta con la actuación destacada del actor sueco-libanés Fares Fares, a quien le está prohibido ir a Egipto, por lo que fue rodada en Turquía, en la Mezquita Süleymanye de Estambul. El personaje de Fares, si bien desaliñado y de apariencia noble, es experto en armar la madeja, que permitirá mover los hilos del destino del país.

“La tierra no puede sostener a dos faraones”, dice el general de alto rango Al Sakran (Mohammad Bakri), ordenando al coronel Ibrahim (Fares Fares) de la Seguridad del Estado que se encargue de que su hombre sea elegido.

El filme pareciera salido de un laboratorio dictado por John Le Carré, convincente más o menos por la historia en sí misma, narrada linealmente. Más convincentes son las actuaciones, pero sin mucho que destacar de la fotografía o la banda sonora, con una edición adecuada.

Sinopsis

Adam (Tawfeek Barhom) es el hijo de un pobre pescador egipcio que ha enviudado, con par de hijos más que cuidar en un pequeño pueblo costero. Adam ha estado estudiando por su cuenta sin que su padre sepa nada, hasta que logra la oferta de una beca para la prestigiosa Universidad Al-Azhar en El Cairo. Su padre lo anima, viendo la oportunidad como un regalo de Dios.
Pero cuando llega Adam, su buena fortuna pronto se vuelve amarga: el gran imán cae fatalmente enfermo, creando un vacío sensible en la frágil estructura de poder egipcia.

El coronel Ibrahim del servicio secreto (Fares Fares), un pragmático de la política, como parte de las autoridades favorece a un candidato moderado, uno sin vínculos con la proscrita Hermandad Musulmana. Se le ha ordenado infiltrar y manipular el proceso de selección, pero su topo en la universidad, Zizo (Mehdi Dehbi), ha descubierto su tapadera.

Zizo tiene la tarea de encontrar un reemplazo, por lo que se decide por el ingenuo Adam para que se haga cargo. Adam se siente halagado por la atención de Zizo, y pasan una noche bebiendo Red Bull y bailando hip-hop en un bar del centro, pero cuando Zizo es brutalmente asesinado, Adam pronto se da cuenta de que dos lados misteriosos están en guerra, y él está en el epicentro de los mismos. Convocando a Adam a reuniones encubiertas, Ibrahim lo pone en situaciones cada vez más peligrosas sin tener en cuenta su seguridad, lo que empuja al ingenioso Adam a pensar con rapidez.

Hay en Adam un toque de ingenuidad relacionada con su procedencia campesina, pero a la vez otro toque de chispa, que le viene en el ADN sabrá Dios de dónde.

“Boy from Heaven” expone las íntimas relaciones entre el poder y la religión en un mundo lleno de contradicciones y donde el que denomina es que es capaz de mover con eficiencia los peones en el ajedrez, ese juego que fue inventado justamente por aquellas partes del mundo.

No creo que sea una película con un mensaje anticlerical, pero sí es una clara denuncia de la corrupción por intereses aviesos untados siempre de la melaza de la hipocresía. Algo que es esencialmente opuesto a la esencia del hombre de campo.

“Boy from Heaven” pudiera llamarse Joven del campo, cuando el campo es el cielo, y la ingenuidad del hombre que no es citadino, le va en intuición y en sabiduría de aquello que pone por delante al ser humano, donde la ética de la existencia es opuesta tangencialmente a la suciedad de las almas que se corrompen. Claro que hay audacia en esta película, y sobre todo tacto para no pasarse de los límites permitienedo que el mundo secular cargue con las culpas.

Afiche de la película.

Ficha técnica

Título: Boy from heaven
Dirección: Tarik Saleh
Guión: Tarik Saleh
Diseño de producción: Roger
Rosenberg
Fotografía: Pierre Aim
Edición: Theis Schmidt
Dirección de arte: Sila Karakaya
Maquillaje: Pia Cornelius
Producción: Misha Jaari, Mark Lwoff, Linda Mutawi, Camilla Nasiell,
Fredrik Zander, Kristina Åberg
Actuaciones: Tawfeek Barhom, Fares Fares, Yunus Albayrak, Mouloud Ayad, Mohammad Bakri, Ramzi Choukair, Mehdi Dehbi y Hassan El Sayed,

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