Se llamaba Úrsula Hilaria Celia de la Caridad de la Santísima Trinidad Cruz Alfonso, su nombre artístico fue Celia Cruz, y su primer gran éxito internacional con la Sonora Matancera fue el tema “Burundanga”, de Óscar Muñoz Bouffartique, grabado en 1953.
La burundanga es una sustancia que se extrae de la planta llamada estramonio. Conocida como droga zombi, la burundanga reduce la voluntad y ‘borra’ la memoria de las personas durante el tiempo que duran sus efectos.
El sector cultural se encuentra bajo los efectos de la burundanga. Sus energías creativas están bajo el signo de la inercia, tras haber pasado una pandemia, que para muchos ha terminado. Realmente fue uno de los sectores más afectados.
La cultura es el mayor escudo del país. La identidad cultural dominicana se ve erosionada día a día. Se necesita pues que el gobierno ponga la cultura en el centro de su interés.
El presidente Luis Abinader volvió a decir en la noche del lunes, durante la inauguración de la Exposición Inmersiva de Iván Tovar, que él es cercano al sector cultural. Ojalá que lo sea a partir de ahora. Y que eche a andar definitivamente la Ley de Mecenazgo y que las industrias culturales dejen de estar en la Dirección de Zona Franca del Ministerio de Industria y Comercio. Solo eso evidencia cómo se piensa sobre un sector tan sensible como el de la cultura.
Queda demasiado por hacer. Y su voluntad es determinante para que el sector salga adelante y haga lo que tiene que hacer. Hoy por hoy, gracias a la industria del cine, el sector aporta más de 2% al PIB. Si se echan a andar la comercialización de la música, las artes plásticas, la danza, el teatro, los derechos de autor, etc, otro gallo cantará, y no precisamente “Songo le dio a Borondongo, Borondogo le dio a Bernabé, Bernabé le metió a Puchilanga, le dio burundanga, le ‘jincha’ los pié’. Monina”.
