Joan Manuel Serrat, el cantautor catalán, se retiró de los escenarios, pero no de la creación y de la lucha por la justicia social.

No se retiró de desear un mundo mejor. Por eso ha escrito una carta al pueblo palestino llena de respeto y llena de admiración, y por lo tanto de sinceridad.

Serrat quien se retiró en junio del 2022, dejó puertas abiertas para un regreso en una entrevista con Jorge Ramos. Eso si es que así de pronto lo quería.

Con la carta a los palestinos demuestra una sabiduría que le vienen de ser un poeta y un cantante de casi 60 años de historia. Y claro por ser un hombre del mar entre tierras.

En la misiva el autor de Mediterráneo -una de las canciones más emblemáticas del movimiento de la nueva canción iberoamericana-, dice verdades.

Verdades que nadie se ha atrevido a decir hasta ahora y lo hace con la sinceridad que le caracteriza. Y sobre todo con un amor profundo por el pueblo palestino.

Carta de palestinos a Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat en 2012

De hecho, en 2012, unos jóvenes le enviaron una Carta abierta desde Palestina, a él y a Sabina, pidiendo cancelar el concierto del 21 de junio en Tel Aviv.

Aquella carta decía así:

» #nosobranlosmotivos

Queridos Joaquín y Joan Manuel,

Desde hace 64 años el Estado de Israel viola sistemáticamente el derecho internacional y los derechos del pueblo palestino.

Roba una tierra que no le pertenece. Expolia sus recursos naturales. Construye un muro de hormigón de más de 700 Km que separa familias enteras y fragmenta el territorio. 

Separa Gaza de Cisjordania, desconectando un territorio de otro.

Crea un sistema de controles militares que hacen la movilidad imposible.  Expulsa a los palestinos de Jerusalén Este, apropiándose de la ciudad.

Tan sólo en la última década, 9.000 palestinos han sido asesinados a manos del ejército israelí y la violencia de los colonos.

Discrimina legalmente a la población árabe y otras minorías con ciudadanía israelí. Practica la extorsión y la tortura.

Más del 20% de los palestinos ha pasado por las cárceles israelíes. Incluidas mujeres y niños. Presos políticos y de conciencia.

Siembra miedo, incertidumbre y desesperación. Reprime a cualquiera que se atreva a contestar sus acciones. Comete crímenes que son intolerables en pleno siglo XXI. 

Necesitamos altavoces para denunciar esta situación, nos sobran los motivos Nos sobran los motivos para pediros que canceléis el concierto del próximo 21 de junio en Tel Aviv. Y que anunciéis públicamente esta renuncia por razones éticas.

Para la libertad. Para poner fin a la violencia de esta tierra sangrante. El pueblo palestino ha realizado un llamamiento internacional al boicot que, al igual que en Sudáfrica, ponga fin a esta injusticia. No es momento de celebraciones.

Esta debe ser una ocasión para exigir al Estado de Israel que respete el derecho internacional. Es una cuestión de coherencia con los valores que defendéis en vuestras letras.

Hoy por ti mañana por mí. Hoy por ellos y mañana, por nosotros.

No maten la esperanza».

(Video realizado por israelíes, palestinos y españoles de forma anónima. Grabado en los Territorios Ocupados Palestinos (Jerusalén, Qalandia y Ramala). Junio de 2012. www.bdsmovement.net

La actual Carta de Joan Manuel Serrat

«Es con el corazón apesadumbrado que les escribo hoy. Gaza está ardiendo. La frontera con Israel está bajo fuego. Niños en ambos lados de la frontera están aterrorizados, traumatizados, heridos en cuerpo y alma.

¡Valiosas vidas se pierden a cada instante! ¡Corre la sangre! ¡Abundan el dolor y las lágrimas!
Lamentablemente eso nos es familiar, demasiado.

Estoy sentado en mitad de la noche en mi hogar catalán junto al mar. Ese mar que es nuestro, el Mediterráneo, nuestra cultura, el de nuestro pueblo andariego, el de los sin hogar, los nostálgicos, los constructores, los sobrevivientes.

Nuestros sueños son como las olas, y dialogan con la luna y las estrellas sobre la eternidad.

Desde ese fatídico día de 1995 cuando asesinaron a Rabin, dediqué gran parte de mi vida pública a cantar y a hablar por la paz entre judíos y palestinos.

Vi el proceso de paz levantarse y caer como los senos de una mujer respirando durante la noche.

Vi muchas oportunidades desperdiciadas.

Lamentablemente mucha obstinación, ignorancia y estrechez de miradas se cruzaron por el camino. Un absurdo orgullo pisoteó numerosas esperanzas. Canté y hablé. A veces discutí y abracé a extraños.

Muchas veces me conmoví hasta las lágrimas e hice los amigos más inesperados. Amigos por quienes cruzaría fronteras bajo fuego para darles protección.

Y hoy yo digo esto: tenemos un enemigo común, un enemigo terrible, y tenemos que unirnos para vencerlo. Ese enemigo es el fanatismo, amigos míos.

Ese enemigo es el extremismo en todas sus grotescas manifestaciones.

Ese enemigo está encarnado por todos aquellos que colocan a Dios por encima de la vida, que pretenden que Dios es su espada y su escudo y que combaten por él.

Todos ellos son víctimas de un horrible fanatismo. Yo a menudo hablé contra el fanatismo en mi país, porque lo considero detestable.

Muchas veces arriesgué mi carrera y mi bienestar en esa lucha.

Ahora veo el horrible rostro del fanatismo, veo sangre en sus manos y conozco uno de sus muchos nombres: Hamas.

Ustedes conocen a este terrible monstruo. Saben que viola a vuestras mujeres y envilece a las inocentes mentes infantiles.

Ustedes saben que educa para el odio y la muerte.

Ustedes saben que es chauvinista y violento, codicioso y egoísta, y que se nutre de vuestra sangre mientras evoca el nombre de Alá en vano, se oculta como un ladrón y utiliza a inocentes como escudos humanos, utiliza mezquitas como arsenales, miente y estafa, y los usa a ustedes como rehenes.

¡Yo sé que eso es verdad y que ustedes lo saben! Pero no pueden hablar por miedo.

Pero yo sí puedo hablar. Tengo el privilegio de vivir en una democracia donde las mujeres no son objetos, sino ministros, donde un cantante puede decir lo que se le antoja.

Yo sé que ustedes no tienen ese privilegio (pero estoy seguro de que algún día lo alcanzarán, inshalla).

Yo sé que ustedes están hartos de ser mantenidos como rehenes por ese demonio, esa terrible bestia, que está en Gaza, pero también está en Irak, en Afganistán y en todas partes.

¡Pero ustedes son un pueblo destinado a florecer en paz! ¡Su majestuosa historia ofrece abundantes testimonios de creatividad en la literatura, la ciencia, la música!

A veces los veo en las calles, haciendo manifestaciones de apoyo a los monstruos, gritando muerte a los judíos, muerte a Israel. Pero yo no les creo.

¡Sé dónde está vuestro corazón!

Está donde está el mío, con mis hijos, con la tierra, con el cielo, con la música, con la esperanza.

Yo sé que en el fondo de vuestros corazones ustedes desean la derrota de la bestia llamada Hamas que los ha aterrorizado y asesinado, que ha convertido a Gaza en un estercolero de pobreza, enfermedad y miseria, y los ha sacrificado en su sangrienta locura de orgullo y codicia.

Mis hermanos, lloro por ustedes y también por nosotros.

Lloro por mis compatriotas que sufren por las bombas de ETA arrojadas en todas partes.

Lloro por los soldados secuestrados y muertos, por las familias enlutadas, por la inocencia perdida para siempre.

Pero lloro especialmente por ustedes porque conozco vuestro sufrimiento.

Sólo espero que Israel pueda hacer la tarea que debe ser hecha y finalmente logre librarlos de este cáncer de fanatismo llamado Hamas.

Y espero que un resto de compasión aún exista en sus corazones para que dejen de usarlos a ustedes y sus hijos como escudos humanos.

Y quizás tengan una oportunidad de caminar despacio el uno hacia el otro y daros tímidamente las manos, miraos en los ojos llenos de lágrimas y deciros con voz ahogada: «Shalom, salam. Ya basta. Ya basta, hermano mío».

¿Quieres un café? Quédate un poco, hablemos, conocemos las palabras y las canciones y sabemos cuál es el camino.

Shalom. Salam. Con un corazón quebrado que aún añora el amor.

Vuestro amigo,

J.M.Serrat».

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