Se presentará en el Teatro Nacional el 21 de mayo. Las boletas están a la venta ya en Uepa Tickets
Por segundo año consecutivo y ocho discos después, Vanesa Martin recalará ante el exigente público dominicano. Lo hará otra vez de la mano del veterano empresario y productor César Suárez Pizano.
¿Trae más o menos el mismo concierto del año pasado?
Para nada. No tiene nada que ver con el concierto anterior. Obviamente, hay canciones que no pueden faltar como Polvo de mariposas, Arráncame, Te has perdido quién soy. Pero es un concierto en el que hay temas que no han sonado en República Dominicana, y hay temas nuevos de lo que va a ser mi próximo trabajo.
¿Cuál de sus discos le define mejor: Agua o Placeres y pecado?
Los dos. Los dos forman parte de mí. Todos los discos reflejan una etapa de mi vida. Y obviamente no todas las historias las he vivido en primera persona, no tengo tiempo para tanto. Pero los dos. Todos los discos me complementan… Yo quiero todos mis discos.
¿Cuánto hay de flamenco en su música y en su esencia?
Flamenco es una fuente de la que yo he bebido mucho y sigo bebiendo, porque me encanta. Yo no hago flamenco. Lo tengo de raíz, porque soy del Sur, pero a cualquier flamenco le dices que Vanesa Martín hace flamenco y se ríe. Entiendo que desde fuera a poco que escuchas algún matiz, lo llevas a flamenco; pero tengo mi raíz, tengo mi esencia, tengo mi Sur dentro de mí. En mi manera de cantar, mi tradición. Y mezclo un poquito, pero lo justo.
¿Cómo gestiona las emociones en su voz?
Bueno, la verdad que para mí, cuando estoy cantando, me voy a veces incluso al momento en que escribí la canción y voy repasando con mi cuerpo, mis emociones y mi garganta y la voz, esa historia que estoy cantando en ese momento. La haya vivido yo, o no. Soy bastante actriz en eso. En cuanto a que me meto de lleno en la historia, aunque yo no la haya vivido. Y la siento mía, porque el ser humano al final pasa por situaciones muy similares a lo largo de su vida. Cada uno con sus matices. Pero sí, a veces me ha aflorado el tener ganas de llorar y si me he emocionado pues he llorado, fluyendo. La verdad que yo suelo fluir. Y si me viene tristeza, y pena y nostalgia, o euforia y adrenalina, soy bastante transparente: lo dejo ir. ¡Lo dejo ir!
¿Qué instrumento usted domina? ¿Cómo compone?
Con piano y con guitarra. He aprendido sola. Y ya después he estudiado. Bueno, con la guitarra sí estudié un poquito al principio; y con el piano ha sido al contrario. Me aventuré y ya después me puse a estudiar un poco y sigo estudiando. De vez en cuando tengo rachas en que me pongo a estudiar. Pero toco más de oído que de estudio.
¿Le interesa algo más allá de la música? Digamos: ¿la física, la poesía, el fútbol…?
La poesía me interesa muchísimo. De hecho escribo también. Publicamos un libro que se llama Mujer océano, con la Editorial Planeta. Y me interesa todo. Viajar. Me interesa el cine muchísimo. La literatura, la gastronomía. Me interesa mucho cocinar y aprender platos nuevos. Me gusta la gente Y soy muy curiosa. Me gusta aprender todo el rato.
¿Cuál es su rockero o rockera favoritos?
Me gusta mucho Alanise Morisette, ella sería para mí un referente. Y de chicos, Freddy Mercury. No sé, hay mucha gente que me apasiona.
¿Cuánto hay de pedagogía en su música?
Me imagino que hay mucho. En mi música hay mucha libertad, hay mucho entender al otro, mucho no juzgar, darle a cada uno lo que necesita, entender el espacio y el tiempo del otro, Y eso es pura pedagogía.
En su más reciente disco veo muchas canciones que hablan sobre lo efímero de las relaciones. Toscana es otra onda. ¿Es algún tipo de frustración con las relaciones, que no permanecen?
(Ríe) Nooo, gracias a Dios tengo relaciones bastante sanas. Pero sí que siento que las relaciones de antaño, como las de mis padres y de mis abuelos, que duraban toda la vida, en mí no se ha dado. Nunca he tenido relaciones tan tan tan largas a día de hoy y creo que el ritmo de vida que llevamos es muy complicado para mantener relaciones. Yo a amigos que llevan diez y doce años, les hago un monumento.
¿Conoce alguna nueva voz en España que aún no haya reventado afuera y crea que vaya a ser una estrella en el futuro?
Pues mira, hay una nueva voz. Hay varias. Danny Fernández por ejemplo es un chico que lo está haciendo súper bien y le está yendo muy bien aquí (en España). Yo creo que ese niño va a ser grande el día de mañana. Y María Peláez también tiene una propuesta muy interesante. Jimena Amarillo tiene algo ahí muy interesante. Hay varias. La verdad que hay un talento. Además, estoy de jurado de Factor X y estamos recibiendo una cantidad de talentos increíble. Wao, La gente como crecen y cómo se lo trabajan y vienen tocados por la varita mágica.
¿Y hay variedad de géneros o solo es lo urbano?
Por suerte aquí estamos notando en España que está girando todo de nuevo al pop. De nuevo las canciones tradicionales. Al programa en que te digo estoy de jurado ha venido una cantidad de gente cantando a Roberto Carlos, a Nino Bravo, Jeannette, Julio Iglesias, Isabel Pantoja. Nono, nos hemos quedado sorprendidos, porque es la primera vez que escuchamos eso. ¡Ellos eligen su propio repertorio y es la primera vez que escuchamos tanto así!
¿Entonces hay esperanzas?
¡Hay esperanzas! ¡Estamos vivos todavía!