A Kenny y Javier Grullón los une, más que la sangre, el amor y la pasión por el arte, principalmente en la actuación. Sin embargo, aunque comparten profesión, pocos proyectos los han unido sobre los escenarios. Con La tiendita del horror es la segunda vez que van juntos a las tablas.

La primera ocasión fue en el 2008 con el musical La Cenicienta, bajo la dirección de Amaury Sánchez, pero, La tiendita del horror, dirigida por Wady Jáquez, además de ser el montaje que los reúne como actores, tiene para ellos un significado mayor, puesto que ya ha pasado una década desde que Javier se inició en el arte.

“Para mí, esto tiene mucho significado, porque la relación padre e hijo y profesional de nosotros es como de colegas; siempre ha sido muy respetuoso. Desde que Javi inició, lo apoyé y cada vez que lo veo en escena se me hincha el pecho de orgullo y lo motivo cada vez más”, dijo Kenny a elCaribe durante una pausa en los ensayos.

En el mismo lugar, Javier agregó que hace 10 años, el trato entre ellos cambió y a veces, a su progenitor “se le olvida” que son padre e hijo.

“Esto es mucho para mí; estar en escena con él me da mucha seguridad, y el tener a alguien de su calibre, una persona que tiene la trayectoria y el talento suficiente, es muy significativo (…) ha sido mi maestro desde el día cero, además de ser la persona que me enseñó el mundo del arte, prácticamente me enamoré del esto viéndolo a él. Es mi motivación y el responsable de mi trayectoria.

Kenny Grullón recordó que Javier solía acompañarle a los eventos y ensayos en los que trabajaba con Nuryn Sanlley y que, en ese entonces, no era lo que él quería. “Me decía que quería jugar pelota, lo inscribí en una liga”, narró.

Luego, en su etapa de autodescubrimiento, empezó a interesarse, hizo que su padre le comprara una guitarra, luego le regaló un violín y finalmente le sorprendió con la noticia de su participación en la producción High School Musical. “Cuando yo lo ví por primera vez, dije: Es mi espejo… no lo obligué, salió de él. De inmediato se me salieron las lágrimas”, recordó en la entrevista.

El actor, quien actualmente forma parte del elenco de la película en exhibición Pasao’ de libras de Roberto Angel Salcedo, resaltó que el arte parece ser un tema genético en su familia, ya que su tercer hijo, Enrique Armando, ha mostrado motivación e interés por esta actividad. De hecho, encarnó una versión infantil de su hermano Javier en la película Misión Estrella, estrenada en meses pasados, así como sus nietos Noah y Teo, que han dado muestra de amar las cámaras.

Kenny destacó que aunque nunca ha influenciado la inclusión de su hijo en ningún proyecto, se considera su principal consejero y admirador, en especial, cuando lo ve progresar.

“Ha rechazado producciones cinematográficas por obras teatrales importantes ; respeto y admiro eso de él; está consiente de lo que quiere, pocas veces me pide ayuda en cuanto a cómo construir un personaje o tomar decisiones importantes”, agregó.

Asimismo, Javier resaltó que ser hijo de Kenny Grullón no ha significado una puerta fácil y rápida para él, ya que, a diferencia de lo que se puede llegar a pensar, “ningún productor te va a dar un trabajo por tú ser hijo de nadie”.

“Eso se puede ver en otras áreas, pero cuando hay que actuar, principalmente en teatro, tienes que ganártelo porque ningún productor se atrevería a elegir a alguien y poner en riesgo su proyecto y su nombre”, aseguró.

Javier recordó que, en sus inicios, su padre representó una figura determinante, ya que le aconsejaba constantemente acerca de las decisiones que debía tomar, por su poco conocimiento en el área en aquel entonces; y que, sin proponérselo, Kenny ha sido quien le ha enseñado todo lo que sabe y conoce del arte. “Yo he visto a mi papá en todos los escalones de su profesión, en sus mejores y peores momentos (…) eso me ha llevado a ser aterrizado como artista y apasionado por lo que hago”, sostuvo.

Trabajar junto a él, lo ha hecho sentir como un niño que siempre tiene al lado a su padre, lo cual, dijo, lo lleva a visualizar a sus hijos, Noah y Teo, en un futuro y desear ser con ellos como sus padres fueron con él: apoyarles en lo que decidan tener como profesión, abrirles el paso y no ponerles limitaciones.

“La tiendita del horror” va al Palacio de Bellas Artes

En el musical La tiendita del horror, dirigido por Wady Jáquez y bajo la producción de Amaury Sánchez, Javier Grullón encarna el protagónico en la piel de “Seymor”, un empleado joven, torpe, ingenuo y en busca del amor; mientras que Kenny es “Mr. Mushnik”, el ambicioso dueño de la floristería en la que éste trabaja. La obra se presentará en el Palacio de Bellas Artes, del 9 al 18 de noviembre, a las 8:30 de la noche, con las participaciones, además, de Judith Rodríguez, Frank Ceara y Antonio Melenciano.

Es una pieza escrita por el productor de películas de terror estadounidense Roger Corman, en colaboración con Charles B. Griffith. El musical fue estrenado en 1982 por los compositores Howard Ashman y Alan Meken en el circuito independiente del teatro neoyorquino.

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