Manerra ofreció una noche con sabor a Mantequilla y Café a casa llena en Chao Teatro  
Manerra ofreció una noche con sabor a Mantequilla y Café a casa llena en Chao Teatro  

El cantautor dominicano Manerra cantó la noche de este viernes, a casa llena, en Chao Teatro en lo que sería el primer show de cuatro de su tour Mantequilla y Café. 

Puntual. A la 9:20 de la noche un intro anunció que el espectáculo estaba a punto de comenzar. Luces moradas y azules iluminaron el acogedor escenario de Chao Teatro, en el que siete músicos  esperaban con sus instrumentos al protagonista de la noche, Manerra. 

Subió con su pelo recogido, un traje azul, su mejor voz. Con un millón de vibras y emociones positivas al escenario. Entró cantando “Como la luna”  y luego saludó al público que lo esperaba. 

“Bienvenidos y gracias por estar aquí. Cuanta gente bonita, cuanta gente querida esta noche. Qué placer estar aquí, cuantas emociones. Esta noche la vamos a guardar siempre en nuestros corazones”. 

Manerra es merengue, es pambiche y jazz. Manerra es ternura, poesía y dominicanidad y todo eso lo entregó esa noche. 

Siguió con su música. Un merenguito dominicano bien apambichado y amanerrado (al estilo Manerra), el público desde sus asientos bailaba con los hombros de un lado a otro y disfrutaban cada canción.  

Para cantar su tercera pieza, primero describió a qué tipo de persona cantaba esta canción y luego hizo la dinámica con el público para que ellos también identificaran “su persona vitamina”. 

“En estos momentos que estamos viviendo, encontrar gente que nos cure con un abrazo, que nos cambie el día con una sonrisa, que cambie nuestra agenda , que cambie nuestras expectativas, que cosa tan hermosa. Yo sé que ustedes tienen una persona así, que cuando ustedes la ven, dicen ´wow´y la tienen al laito. Gente vitamina, gente que nos abraza o la tenemos cerca y nos cambian el día, para esas personas escribimos una canción que dice así”, y empezó a cantar “Curita”. El público acompañó el ritmo de esa canción con las palmas. 

Manerra es como un niño, uno muy cariñoso, a quien le gusta abrazar e interactuar. Lo hizo en varias veces entre una canción y otra, expresaba lo que sentía y agradeció más de una vez al público por estar ahí. “Yo estoy muy emocionado”, repetía. Incluso bajó un momento y abrazó a varios directamente a sus asientos. 

Continuó su repertorio con una canción dedicada a uno de sus lugares favoritos, “Constanza”, un canto a la naturaleza y al amor. 

Manerra cierra los ojos y siente cada instrumental. Dos coristas, un piano, un par de bongoes, un bajo, una batería, una guitarra eléctrica, un saxofón y un teclado hicieron la parte musical. 

Pidió a una de las coristas, también llamada como el título de la canción anterior, “Constanza”, que lo acompañara en este disco. “Esta que sigue me sorprendió y me sigue abriendo las puertas a muchos lugares bonitos” y empezaron a cantar una de las favoritas y que lleva el nombre de este tour  “Mantequilla y Café”, que luego irá a Puerto Plata, a Santiago y a La Romana. 

Él dejó el escenario y ella cantó dos canciones de su autoría. Acompañada de Gustavo Mejía en la guitarra y ella en voz y violín interpretó “Naturalmente”. 

Manerra y Constanza

Manerra volvió y pidió un aplauso para ella y siguió su repertorio con “Todo es bonito otra vez”. 

Otra de sus invitadas fue una sorpresa para el público. Directamente desde la agrupación alternativa dominicana de los años 90 “Tribu de Sol”, subieron al escenario Laura Rivera y su esposo Rafa Payán. Juntos interpretaron “Siempre estarás”, un homenaje al cantautor dominico Víctor Víctor. 

Manerra y Laura Rivera

Manerra le dejó a ella al escenario y le pidió regalarle una de sus canciones al público presente. Ella revivió uno de los éxitos de su agrupación de 13 años atrás e interpretó “Por ti”. Sin lugar a dudas el público que estaba ahí la acompañaría con las letras. Fue un hit en su año de lanzamiento. 

Entre tantos momentos especiales Manerra contó una anécdota de cuando estaba más pequeño. Fue el momento más emotivo y honesto de la noche. 

Habló de la razón por la que detrás de  todas sus canciones hay siempre una gótica de esperanza. “Toda la inspiración y todas las cosas bonitas que pueden encontrar en mi música es porque así Dios lo ha querido y lo ha inspirado”. Reconoció que se debe a que su papá le enseñó desde pequeño no solo a ser optimista, sino también a depositar en Dios la confianza en momentos difíciles. 

“Recuerdo que en esa turbulencia papi trataba de inspirarnos con fe, nosotros siendo niños y sabiendo que él estaba pasando momentos difíciles, pero papi cantaba a la 10, 11 de la noche ‘Tú fidelidad’” y dijo, con una voz cortada, que aunque en esos momentos no lo entendía, aprendió el porqué del tamaño de la fe de su papá y lo invitó a escena. Juntos interpretaron un pedacito de ese cántico cristiano. 

Manerra abraza a su papá en el escenario y dedica unas palabras

Siguió con otra de sus invitadas y llamó a Lia Mariotti. Cantaron juntos su colaboración  “Bonita”, lanzada el año pasado. 

Otras canciones que no podían quedar fuera de su repertorio fueron “Bachata Colonial”, “En la Oscuridad”, “Vestida de Flores”, y “Desayunarte”, el público las pidió, las cantó y las bailó. 

Ya se estaba despidiendo en lo que sería su última pieza. Se fue del escenario, pero el público aclamaba otra canción. Los músicos seguían ahí y el se devolvió para cantar su nueva canción “Azul”, un rico merengue irresistible para bailarlo. Esa canción levantó de sus asientos a algunas parejas y las puso a terminar la noche bailando. 

Fue concierto muy cercano, íntimo, un espectáculo sano y para toda la familia. Un concierto con sabor a mantequilla y café, tan dulce como el mismo cantautor y  de muchas emociones. 

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