Tres mujeres con profesiones diferentes comparten cómo es su vida entre ser madre y cumplir con sus deberes
Gabriella, Joise y Flor son los nombres de tres mujeres que son madres y se encuentran en diferentes etapas de vida y de sus profesiones. Cada una representa una década de la vida: los 20, 30 y 40 años de edad.
Ellas tienen mucho que contar porque son madres, profesionales, amigas y mujeres; muchos roles juntos. Hoy las abordaremos sobre el hecho de ser madres y cómo se encuentran lidiando entre sus profesiones, otras ocupaciones y sus hijos.
Flor Morel de la Cruz es profesora de Básica, comparte su definición de maternidad, la que cataloga como “lo más hermoso que Dios creó, es responsabilidad, sacrificio, entrega… ¡Es amor!” Ella educa a niños hace unos 25 años y combina la labor de ser madre de una hija que ya le dio un nieto y un hijo que tiene 9 años.
¿Cómo lo hace? “Bueno… Es algo difícil, ya que en muchas actividades no puedo participar. Algo que me ayuda mucho es que como el niño estudia donde yo trabajo me facilita más la supervisión de sus actividades”.
Me acerco a Joise Carrión, contadora, quien lleva en el ejercicio profesional unos 14 años. Tiene dos niños, una de seis meses y uno de siete años. Para ella su día a día es todo un reto porque se mezclan un conjunto de temas propios de la vida de madre y profesional, al tiempo que mientras lleva esas responsabilidades lidia con lo que define como “mucho estrés”.
“Para no colapsar he tenido que postergar o dosificar las tareas de la casa para dedicarle tiempo a los niños. El tiempo con ellos es una de las tareas que a primera vista se ve fácil, pero cuando hablamos de calidad de tiempo la cosa se pone de otro color”.
Carrión ha tenido momentos en los que ha querido abandonar su vida profesional para cuidar de ellos, pero recuerda que tiene que responder al menos con las necesidades básicas del hogar y que eso requiere de un ingreso fijo. Eso la detiene.
Durante un tiempo ha estado preparándose para realizar trabajos desde su casa y así crear un método más apropiado que le permita manejar el estrés y el cuidado de los niños. “Antes no entendía la razón por las que tantas mujeres expresaban su deseo de no ser madre, pero ahora que lo soy de dos niños y en una sociedad que cada día va en detrimento versus las exigencias que esa misma sociedad te pide, es muy probable que a la fecha lo estaría pensando”, expresó Carrión.
Organización es la palabra en la que Gabriella Corti, comunicadora social y relacionista pública, pensó cuando le indago sobre el equilibrio entre su profesión y su vida de madre.
“Si bien es cierto que el que se dedica a las relaciones públicas no tiene un horario determinado para poner en marcha sus funciones, y esto también porque cada cliente es diferente y requieren de una atención especial, pues he tenido que organizar los días de la semana empezando a trabajar desde las seis de la mañana hasta las cinco de la tarde”, explicó Corti, con casi una década de ejercicio en su profesión.
Confiesa que en muchas ocasiones se ha sentido muy agotada, al punto de querer “tirar la toalla” porque ser madre es una labor muy demandante y su bebé Clara, de tan solo 11 meses, por más rutinas establecidas que tiene, aún despierta bastante de noche y, por ende, amanece cansada.
Dice que cuando siente que no puede avanzar más, piensa en su hija que necesita a una madre trabajadora y a la que pueda tomar de ejemplo en el aspecto profesional cuando sea grande.
Gabriella concluye diciendo que “la vida no te prepara para ser madre, pero ser madre te prepara para lo que sea”.