En torno a la década de los años 60 del siglo XIX un ambicioso ingeniero norteamericano, Minor Keith, destinó parte de sus energías a la labor de construir los primeros ferrocarriles en América Central, en concreto en el litoral Caribe de Costa Rica. Al ejecutar su proyecto intuyó la inmensa oportunidad que las selvas de este pedazo de América Central le ofrecían para establecer un imperio comercial y así nació la United Fruit Company, que comenzó al lado de una línea de ferrocarril y se convirtió en un tenebroso poder en América y el Caribe. La compañía construyó un imperio a partir de las bananas y como bien relata Peter Chapman en su libro Bananas, se la nombró bajo muchos nombres: la frutera, la yunai, el pulpo o sencillamente, la Compañía.

Entre sus prácticas mercantiles, además de su éxito capitalista, se destacó por desarrollar prácticas económicas de dudosa legalidad que sometía a la competencia, esquilmaba a los gobiernos de América Central y las islas del Caribe y abusaba indiscriminadamente de sus trabajadores. De ahí nació la expresión “República Bananera”, que pervive hasta nuestros días y que se asocia a la idea de resaltar las deficientes gestiones políticas y económicas de un país, con el ingrediente generalizado de la corrupción y de la dependencia de alguna fuerza externa, y desde luego la connotación de una alta carga despectiva con la que se denominó a gran parte de los países de la gran cuenca del Caribe.

El libro sugiere que esta empresa pionera de la importación masiva sentó el precedente para la codicia institucionalizada de las transnacionales contemporáneas, que obvian cualquier ética, en pos del lucro y la ganancia cortoplacista, violando sistemáticamente las legislaciones y los derechos humanos en países con institucionalidad débil. Este esclarecedor trabajo nos permite reflexionar sobre el mundo actual, sobre el siglo XIX y XX, y la expansión norteamericana en la región del Caribe, ya que la vida de la multinacional acabó en el 1975 con el suicidio en Manhattan de Eli Black, el hombre que regía los destinos de United Brands, una enorme corporación que cinco años antes se había apropiado de la UFC.

La United dividió el mundo del Caribe en dos grandes áreas. Una, la de los países en donde se instalaban las plantaciones; y otra, la de los que ofrecían la mano de obra. Grosso modo los primeros fueron los países de los litorales continentales y los segundos, las Antillas grandes y pequeñas tierras herederas de las antiguas plantaciones esclavistas del azúcar y el tabaco. Ello motivó intensos flujos migratorios que oscurecieron racialmente los litorales del Caribe de América Central.

A lo largo del trabajo, Peter Chapman nos reconstruye las acciones de la Compañía en golpes de Estado y presiones a los gobiernos de Honduras, Guatemala, El Salvador, Panamá, Costa Rica y Colombia. También la valiosa actividad de esta en la II Guerra Mundial, e incluso la participación en la fallida invasión de Cuba en Bahía Cochinos que financió en parte. Todo un itinerario increíble de intervenciones políticas que en más de una ocasión llegó a incomodar incluso al departamento de Estado. En general, una radiografía de la Geopolítica del imperio y sus corporaciones en la región.

Un ejemplo de esta forma palpable de actuar la UFC es lo sucedido en las plantaciones de bananas en el caribe colombiano donde hubo un enclave de la compañía que se hizo famoso en la historia por la mención que Gabriel García Márquez hizo en el libro Cien años de soledad. La masacre que a finales de 1928 ejecutó el ejército colombiano por orden del gobierno central en la población de Ciénaga, centro del enclave bananero en este litoral caribeño, donde fueron asesinados miles de obreros. Ahora, en esta historia de la multinacional que nos presenta Peter Chapman, reconstruida desde fuentes de información anglosajonas, es evidente lo involucrada que estuvo la compañía y cómo influyó en el desenlace de la huelga, que de todas formas había tomado un carácter violento con la quema de algunas instalaciones de la UFC. El miedo a la revolución bolchevique justificó la intervención y no hubo medias tintas.

A pesar de ser una época de bonanza y prosperidad en el mercado bananero y la economía en general, los trabajadores realizaban su labor en unas condiciones poco dignas. La compañía desestimó todas las peticiones de los trabajadores y las consideró fruto de instigaciones políticas de comunistas y anarquistas, solicitando al gobierno que el ejército ocupara la zona bananera. En la noche del día 6 de diciembre, en la plaza de la localidad de Ciénaga hubo una gran concentración de trabajadores para manifestar sus reivindicaciones laborales. Las tropas instalaron ametralladoras en las azoteas de varios edificios y según un telegrama enviado al Secretario de Estado del gobierno del presidente Calvin Coolidge, Frank Kellogg se decía que los militares tenían órdenes de sus altos mandos de no ahorrar munición al enfrentar a los obreros. Se abrió fuego y en una primera información se habló de cincuenta muertos. Más tarde, la propia embajada de los Estados Unidos corrigió la cifra y habló de quinientos a seiscientos muertos. Sólo un soldado fue asesinado. Por último, un despacho de la embajada dirigido al secretario de Estado a mediados de enero de 1929 reportaba que el número de huelguistas asesinados por el ejército colombiano excedía el millar y este último conteo provenía de la UFC (pag.104). Muchos responsables, pocas responsabilidades y total impunidad.

Para concluir, el autor Peter Chapman en la actualidad escribe para The Financial Times y fue durante años corresponsal en América Central y México para Latin American Letters, The Guardian y BBC. El libro tiene un ritmo rápido, está muy bien documentado y, como dijo Publishers Weekly en su reseña crítica, es un relato impactante y aleccionador sobre las perversidades que puedan surgir de las corporaciones super poderosas y la globalización sin límite, una historia que en el presente se repite con los abusos que cometen las grandes tecnológicas cuestionadas por el Congreso de los EEUU.
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Connected Worlds: The Caribbean, Origin of Modern World”. This project has received funding from the European Union´s Horizon 2020 research and innovation programme under the Marie Sklodowska Curie grant agreement Nº 823846. Dirigido por Consuelo Naranjo Orovio desde el Instituto de Historia-CSIC.

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