El 2010 me permitió conocer grandes figuras en el contexto artístico dominicano. Estaba recién llegada a Santo Domingo y tuve el privilegio de ser acogida por la Galería de Arte Nader, gracias a la generosidad y confianza del dr. Francisco Nader.
En ese interregno, conocí al artista de origen peruano Luis Zagarra, a propósito de FIARTE (Feria Internacional de Arte), en la cual se exhibían obras del artista que recién se estaba instalando en la Primada de América.
Desde ese entonces, se inició una entrañable relación de amistad y colaboración entre nosotros, logrando armar varios proyectos expositivos en la Galería de Arte Nader, en el Centro Cultural Mirador Santo Domingo, en el Museo de las Casas Reales, en el marco de la Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2015, entre otros espacios y eventos no menos importantes. Luis Zegarra fue un filántropo que se dedicó a realizar una labor social sin precedentes enseñando a otros su oficio como pintor.
Sin hacer mucho ruido, el artista visitaba las cárceles de la República Dominicana para formar a los reclusos y exponerles ideas de superación.
Se formó como psicólogo y, luego, empezó a interesarse por las artes visuales, logrando alcanzar un espacio de renombre a nivel internacional. Más adelante, hizo carrera como actor, logrando insertarse rápidamente en varios proyectos cinematográficos en la República Dominicana.
Zegarra fue un ser de luz, lo que se apreciaba al compartir con él y, fundamentalmente, en sus cuadros, los cuales estaban integrados casi siempre por tonalidades pasteles inspirados en el pasado aborigen de su lar nativo.
Sus obras dejaban fluir una energía poderosa que eclipsaba al receptor, le atrapaba completamente en un universo de texturas y colores para guiarle a un viaje celestial en contacto con lo ancestral. Ahora, le ha correspondido al propio artista sumirse en el camino hacia lo infinito, dejando un gran legado entre los que tuvimos la dicha de cruzar nuestras vidas con él. Siempre le recordaremos con especial cariño y admiración. Confiamos en que en algún momento, volveremos a encontrarnos en el más allá.
