Asesinato en el Expreso de Medio Oriente es un excelente filme con una historia cuya narrativa es de una trama perfecta. Basada en la novela homónima de Agatha Christie en la que el detective belga Hércules Poirot ha resuelto un caso en Mesopotamia y regresa a casa en el Orient Express. En el viaje, Poirot se encuentra con su amigo Bianchi, que trabaja para la Compagnie Internationale des Wagons-Lits. Durante el trayecto entre Belgrado y Slavonski Brod, el tren atraviesa una tormenta de nieve en los Balcanes y finalmente queda detenido durante la noche. A la mañana siguiente es descubierto el cadáver del millonario estadounidense Samuel Edward Ratchett, que ha sido asesinado con varias puñaladas. Poirot, Bianchi, y el dr. Constantine, trabajan juntos para resolver el caso con la ayuda del francés Pierre Michel, el conductor del coche. Todos los personajes sospechosos están relacionados con el sonado caso “Caso Armstrong” de rapto infantil. Pues bien, lleva en el filme 14 personajes magníficos. Quizás la mejor versión (y la más premiada y reconocida) es la dirigida por el legendario Sidney Lumet estrenada en el 1974, y que es la excelencia en actuación, una dirección de arte cautivadora con la majestuosidad de su interior y una cinematografía marcada en el paisaje donde zigzaguea el tren a vapor. Pero todo eso se reduce en la actual versión dirigida por Kenneth Branagh que hace de Poirot. Técnicamente perfecta en su factura y con esa trama es para encandilar nuestro imaginario como solamente el cine lo hace; sin embargo, se aferra más a la artificialidad del cine actual que privilegia efectos digitales de todo tipo con el intuito de impresionar plateas imberbes, por supuesto como bien hace el cine comercial y, en ese sentido, pasa la prueba como espectáculo para entretener (que suelen ser de una velocidad acelerada en el montaje). Es así como pasa del thriller de suspenso a una narrativa semejante a la de acción y aventura. Los exuberantes personajes (y los actores y actrices) son reducidos a un telón de fondo de Poirot que por aparecer tanto llega a indigestar su sola presencia a medida que avanza el filme; no obstante cae simpático sobre todo por su mordacidad y melancolía. Para quien vio la del 1974 no podrá evitar comparaciones y, muy posible, preferir la anterior.

H H H Género: Drama, intriga y crimen.
Duración: 116 minutos.

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