En la entrega anterior comentamos textos del escritor y psiquiatra Lorenzo Araujo reunidos en su libro Plegarias a la muere de una hija, en los que descubrimos su poética del duelo. La temática es abordada también por la médico y escritora Coralis Ramírez, nacida en San José de los Llanos en 1951, en su obra Catarsis del duelo y la alegría, que nos convence de que cada vez más la creación literaria se convierte en medio terapéutico para los momentos difíciles que siguen a la pérdida de familiares y amigos.
Los polos opuestos del duelo y la alegría se expresan poéticamente en la publicación de Ramírez, con el subtítulo de “Escritos de una narradora artesanal”. En el texto La Felicidad no tiene color, nos dice que la alegría “contagia, produce bienestar, nos marca con vivencias de hermosos recuerdos”.
Ramírez no puede escapar a su condición de médico al escribir: “La risa es contagiosa y favorece el sistema inmunológico. / Para sonreír solo se necesitan 17 músculos de la cara. / Sin embargo, para enojarte necesitas 43/ y, de paso, acumulas recuerdos tristes, desastrosos o dolorosos, aumenta la frecuencia cardíaca”.
En el poema El Duelo refiere a seres queridos que murieron. “Perdí mi madre y mi hermana en el lapso de un mes. Perdí dos amigas y dos confidentes de esos mis días felices, Perdí un sobrino del alma, casi un hijo-hermano. Una vorágine de dolor intransferible. Se llevaron parte de mi vida y me dejaron parte de las de ellas”.
En Catarsis del duelo y la alegría, con prólogo del periodista José Rafael Sosa, son frecuentes las menciones a la pandemia de Covid-19. La condición de médico, escritora y creadora de contenido en redes sociales como Facebook permiten a Ramírez exponer su nueva visión del mundo. “La pandemia nos trajo dolor. / Dolor que debemos transmutar en esperanza. / Esperanza que debemos aferrarnos con amor. / Amor que debemos vivir con alegría”. Por algo el prologuista la describe “una visionaria de las letras”, “una mujer sorprendente”