El pasado martes, la fotógrafa dominicana Mari Carmen Orizondo dejó inaugurada su exposición individual “90 millas” en el Centro de la Imagen en Santo Domingo. La muestra consta de 22 obras: 17 en formato de 16 x 24 pulgadas, impresas en papel Hemp; y cinco fotografías impresas en papel de arroz, de 16 x 72 pulgadas y que permanecerá abierta al público hasta el próximo sábado 30 de marzo de 2024. “90 millas es un homenaje a quienes desafían el mar en busca de libertad”, destacó la artista ganadora de la 29 Bienal de Artes Visuales con su propuesta “Un Mar sin Riberas”; mientras que su portafolio “Relatos” forma parte de la colección de enseñanza de la Universidad de Lehigh, en Pensilvania, Estados Unidos.

¿Cuál es el tema de la exposición fotográfica “90 millas”? ¿Su título guarda relación con las 90 millas que separan a Cuba de Estados Unidos?

El tema es la travesía marítima de una joven mujer en 1963, para evitar perder su libertad. El título fue sugerido por el curador de la exposición, Carlos Acero Ruiz. Es la distancia que separa el norte de la isla de Cuba con Cayo Hueso, el punto más al sur de Estados Unidos. Ese trayecto marítimo se ha convertido en una autopista hacia la libertad y, también, en el cementerio de miles de personas.

¿Es la muestra un homenaje a los emigrantes que desafían el mar en busca de una vida mejor o que huyen de un destino sombrío?

Es un homenaje a la valentía de aquellas personas que no se conforman, que no aceptan vivir sin libertad; a los emigrantes que huyen de un régimen represivo, de la posibilidad de años de cárcel y de la conculcación de todos sus derechos y esperanzas. Por ello, deciden atravesar la inmensidad y la bravura del estrecho de Florida y enfrentarse a un futuro incierto, dejando toda una vida detrás.

Obra “Para mi tumba”

¿Cuál es su intención comunicante, qué intenta transmitir a los espectadores?

Soy una cuentacuentos. Así como un escritor narra una historia usando palabras, yo cuento una historia por medio de fotografías. Quiero transmitir a los espectadores la valentía de esta joven mujer y de todas las personas que tienen un sueño de libertad.

¿Cuántas obras forman parte de la exposición?

La muestra consta de veintidós obras: 17 en formato de 16 x 24 pulgadas, impresas en papel Hemp; y cinco fotografías impresas en papel de arroz, de 16 x 72 pulgadas.

¿Utiliza algún tipo de técnica o estilo fotográfico en particular?

Construyo una narrativa poética y alusiva para conectar hechos concretos e individuales del pasado, con el incierto encuentro con el ahora y el futuro. Concedo más importancia a las emociones que a las descripciones y trato de estimular en el espectador un estado reflexivo y emocional, en lugar de recrear una situación. Uso sistemáticamente el primer plano como un recurso visual para sumergir al espectador en mi narrativa. Ubico el lente de mi cámara cerca de objeto y alterno fotografías de los objetos con imágenes del mar para evocar la travesía marítima. La combinación de imágenes de los objetos y del mar con los artículos expuestos, dan como resultado un espacio expositivo en el que convergen el drama, la vulnerabilidad, el individuo y la historia.

Obra “Agua salada y arena”

¿Puede el arte fotográfico constituirse en un grito de libertad?

Todo arte se puede convertir en aquello que el artista decida. Cuando la fotografía se usa para evocar emociones, no descripciones, puede constituirse en un grito de libertad. Trato de dirigir al espectador de mis imágenes hacia la reflexión sobre el lujo de ser libre, el cual no todos pueden permitirse. Me interesa la experiencia humana en la que los acontecimientos personales se ven envueltos en riesgos, duelos, deseos, expectativas, olvidos, recuerdos y otros muchos sentimientos asociados al anhelo de libertad. Llegará el tiempo en que los seres humanos serán libres como las olas del mar, las cuales parecen perseguirse, pero nunca se juntan.

¿Por qué ha escogido la fotografía como forma de expresión artística y social?

Con mi trabajo fotográfico busco contar historias, guiar al espectador hacia la evocación de los sentimientos que deseo. Persigo una relación entre los objetos que aparecen en mis imágenes y las ideas que intento transmitir. Un objeto no es ese objeto: de pronto se convierte en eso que quiero que sea; en esa idea que quiero que el observador de mi obra comparta. Usando objetos, elaboro escenarios y de forma consciente e intencional creo sucesos con el propósito de hacer imágenes. Convierto los objetos en personas, sentimientos e ideas. Anhelo que, quien vea mis fotografías sea capaz de leer la historia que intento contar. Mediante la fotografía, conecto historias personales con el hoy, el ayer y el mañana; porque el arte de pintar con luz tiene la capacidad de captar el momento, la expresión, el sentimiento… Esa es la magia que me cautiva de la fotografía.

¿Cuál ha sido su trayectoria como fotógrafa artística?

Resulté ganadora de la 29 Bienal de Artes Visuales de Santo Domingo, con el portafolio “Un Mar sin Riberas”. También me he presentado en la 28 y la 30 Bienal de Artes Visuales. Igualmente, he expuesto en Photoimagen 2014, 2016, 2018, 2020 y 2022. Con mi portafolio “Relatos”, participé en la exposición “Of the Americas” en la galería Zoellner de la Universidad de Lehigh, en Pensilvania, el cual es parte de la colección para la enseñanza en dicho centro educativo. Mis portafolios “Traverse” y “Magic of el Monte” fueron expuestos en Art Media Gallery en la ciudad de Miami. Asimismo, con mis producciones “Huele a Mar” y “Amor en Puntadas”, participé en el Salón Bienal de Santo Domingo.

Opinión

Cuando la fotografía se usa para evocar emociones, no descripciones, entonces puede constituirse en un grito de libertad”.

Investigación

Con mi trabajo fotográfico busco contar historias, guiar al espectador hacia la evocación de los sentimientos que deseo”.

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