Cassandra Rossó ve el teatro como su estilo de vida y su pasión, pues para ella no existe otra profesión que le llene de la energía y entusiasmo que le brindan poder conocer un texto nuevo y poder trabajar en un nuevo personaje, “es como si fuera una medicina para el alma”. Su adolescencia la pasó sumergida entre ensayos y textos teatrales clásicos, ya que todo lo que hablaba, suspiraba y veía era teatro; sabía que, aunque estudiara otra carrera, por más bien que le fuera, se iba a dedicar al teatro por completo, entonces decidió especializarse de forma profesional. Para Rossó, es muy importante poder estar en la universidad, ya que significa subir un eslabón más firme y seguro en la escalera de sus sueños. Además, “significaba paz para mi madre, que siempre me ha apoyado en todas mis presentaciones. A parte, me permite abrirme paso en el área pedagógica del teatro, que tanto me interesa”.
¿Cómo ha influenciado el teatro en tu vida?
Yo era una muchacha muy introvertida, centrada en mis estudios, pero siempre con miedo de hablar, de dar mi punto de vista de algo y hasta con miedo de socializar con personas totalmente nuevas para mí, hasta que comencé a tomar las clases de teatro y a visualizar como importantes y necesarias para mí. A partir de ese momento mi vida dio un salto cuántico, porque el teatro potenció todas las habilidades que tenía escondidas y para poder estar en el escenario y conectar con el público, era más que necesario que debía dejarlas salir a flote. El teatro me ha hecho creer en mí y me ha demostrado que soy capaz.
¿Qué actrices y actores te deslumbraron sobre el escenario?
El primer actor que me deslumbró y lo sigue haciendo es mi padre teatral, Virgilio Burgos. Me fascina ver a Elvira Taveras en escena y admirar la seguridad con la que se apropia del escenario. Admiro el trabajo de Oréstedes Amador, Ruth Emeterio y, aunque no he tenido la oportunidad de verla sobre un escenario, sino en algunos videos de sus presentaciones, María Castillo es una de las actrices que me inspira a querer entregar todo cuando construyo un personaje.
¿Qué anhelos tienes por vivir dentro de las artes escénicas?
Anhelo trascender, no quedarme solamente con lo que hasta el momento he logrado y seguir contribuyendo de manera positiva a la sociedad.
¿Qué hace de tu forma de habitar el teatro una práctica singular y distinta a las demás?
Para mí el teatro es sagrado y estar sobre un escenario requiere de un sacrificio arduo del actor, disciplina y de mucho rigor poder tener ese privilegio. Cuando estoy sobre el escenario voy con la mentalidad de darlo todo por el todo, y de entregar lo mejor, no porque me considere la mejor, sino porque considero que el público se merece lo mejor.
¿Cuál es la importancia del teatro en este momento histórico?
Vital. El teatro para mí es medicina para el alma. En estos momentos llenos de tensión, donde por cuestiones de salubridad se promueve la distancia y la neutralidad de las emociones y expresiones de afecto, se genera dentro de cada ser, una bomba de tiempo. El teatro, como siempre lo ha hecho desde sus orígenes ayuda a drenar todas esas emociones que por alguna razón no se permiten salir.
¿Qué crees que debería cambiar en nuestro modelo teatral?
Pienso que debemos profesionalizar más nuestra área, siendo nosotros mismos los defensores de nuestra labor. Que se respete más el trabajo del actor y de las personas que se preparan constantemente en su formación, al igual como se hace con el bailarín y con el músico.
¿Qué le deseas a la siguiente generación de hacedores teatrales?
Lo que deseo para la nueva generación, en la cual me incluyo, es poder tener las oportunidades necesarias para poder hacer lo que nos apasiona, tener oportunidades para desenvolvernos en las diferentes áreas de nuestro oficio. Y una recomendación es trabajar con mucho rigor y disciplina, porque el teatro requiere de eso.
¿Cómo observas la situación actual de la cultura en general en RD?
El sector cultural ha sido uno de los más afectado durante este proceso pandémico, puesto que las actividades fueron en su mayoría suspendidas. Muchas escuelas de formación artística por falta de recursos se vieron en la obligación de cerrar sus espacios. Pero a pesar de eso vemos como los artistas y gestores culturales han hecho su mejor esfuerzo por brindar lo mejor de cada uno y de llevar un poco de su esencia a los diferentes hogares de nuestro país. Es un trabajo admirable, ese querer hacer, sin importar las circunstancias y adaptarse al entorno virtual, porque nos demuestra que la cultura forma parte esencial de nuestro día a día.
¿Cómo percibes el panorama cultural del país a mediano y largo plazo?
Pienso que si seguimos trabajando por y para la cultura, como se está haciendo desde hace tiempo, seguiremos logrando grandes avances.
¿Cuál es el rol de las escuelas de arte en la República Dominicana?
Desde mi punto de vista, el papel que desempeñan las escuelas de arte en nuestro país, es la creación de seres humanos más sensibles y conscientes para nuestra sociedad, siendo entes responsables de la transmisión de nuestros valores culturales y humanos.
Qué te motivó a trabajar en la formación artística de niños y jóvenes?
Siempre he tenido pasión por la enseñanza. Una vez me tocó, aun siendo estudiante ser monitora en un taller de teatro, y cuando vi que podía conectar con los estudiantes y orientarlos en sus procesos de actuación, inmediatamente algo en mí dijo que debía seguir preparándome para poder continuar transmitiendo los conocimientos que tenía. También descubrí, que a través del arte podía tocar las vidas de esos niños y jóvenes y aportar un granito de arena para transformar sus vidas y con ello contribuir al desarrollo de una generación más consciente y sensible en nuestra sociedad. Trabajar con niños es una de las experiencias más hermosas que la vida me ha podido otorgar, pues a la medida que les enseño, ellos también me enseñan a mí.
Opinión
El teatro me ha hecho creer en mí y me ha demostrado que soy capaz de lograr todo lo que me proponga realizar en la vida”.
Consideración
El papel que desempeñan las escuelas de arte en nuestro país, es la creación de seres humanos más sensibles y conscientes para nuestra sociedad”.