Hasta el 3 de agosto de este año, el Centro Cultural Perelló en Baní fue el escenario de una exhibición única en su tipo: “Elsa Núñez. Obras Selectas 1983-2023”. La exposición, compuesta por 40 obras de las últimas cuatro décadas de la maestra Elsa Núñez, resultó ser una oportunidad para los amantes del arte de apreciar la evolución de una de las figuras más prominentes de la escena artística dominicana. Con más de 60 exposiciones colectivas y 40 individuales a lo largo de su carrera, ha dejado una huella perdurable en la historia del arte dominicano. Su obra “Mujeres tristes”, que obtuvo el Primer Premio de Pintura en la Vigésima Exposición Colectiva de fin de año de la ENBA (1961-1962) la conserva el Museo de Arte Moderno, “ella es un poderoso testimonio de cómo a través del arte puedo transmitir emociones y contar historias”. En esta entrevista la artista comparte sus pensamientos sobre su carrera y su visión del mundo del arte.

Comenzó sus estudios de arte a muy temprana edad. ¿Qué le inspiró a seguir la carrera en el mundo del arte?
Cuando era pequeña empecé a pintar las paredes de mi casa. Cuando cumplí 12 años, mi padre me llevó a la Escuela Nacional de Bellas Artes, entonces bajo la dirección de Gilberto Hernández Ortega. Como la edad reglamentaria era de 14 años, y yo tenía 12, para evaluarme me pusieron a hacer la cabeza del David y la hice perfectamente, así que me permitieron ingresar.

¿Cuál de sus maestros fue el que más influenció sus trabajos?
Sin duda, Gilberto Hernández Ortega, pues además de enseñarme pintura, me llevaba a su estudio en la calle José Gabriel García. Él tocaba guitarra y nos enseñó a escuchar el aria de la ópera La Bohemia. Más que un maestro, fue un guía. Me llevaba, junto a mis compañeros de aula, a la casa de su madre y decía: “Madre, aquí vengo con mis cachorros”. Ada Balcácer afirmó que heredé el tenebrismo y el dramatismo de Gilberto.

¿Conserva imágenes de su obra “Mujeres tristes”?
La pieza la conserva el Museo de Arte Moderno, obtuvo el Primer Premio de Pintura en la Vigésima Exposición Colectiva de la ENMA 1961-1962. Esta obra es un poderoso testimonio de cómo a través del arte puedo transmitir emociones y contar historias. En ella, capturo la profundidad de la tristeza y el dolor a través de la representación de dos rostros femeninos en un fondo tenue y oscuro, que enfatiza la sensación de melancolía y pesar que rodea a estas mujeres, mientras que sus expresiones faciales afligidas revelan una narrativa silenciosa de sufrimiento. La obra es un recordatorio de la capacidad del arte para explorar las complejidades de las emociones humanas y ofrecer una ventana a la experiencia compartida de la tristeza, sobre todo en el caso de mi familia que hicimos frente a la dictadura trujillista.

¿Cómo surgió el grupo “Los Tres”, donde compartió con sus colegas Cándido Bidó y Leopoldo Pérez?
Creamos el grupo “Los Tres” en homenaje al grupo “Los Cuatro”, que estaba integrado por nuestros profesores Gilberto Hernández Ortega, Clara Ledesma, Jaime Colson y José Gausachs. Realizamos exposiciones en Bonao y una en Santo Domingo. A pesar de que ninguno de los tres tenía mucho en común en cuanto al tratamiento de las obras, nos unió la amistad de hermanos.

¿Cuál fue su participación en el Frente Cultural de Artistas y Escritores Constitucionalistas?
Silvano Lora preparó un taller en la Calle Santomé, en la Galería Beethoven. Se unieron poetas y artistas en la casa del artista José Cestero, donde prepararon afiches y murales. Las artes tomaron un impulso impresionante y hubo una comunión de todas. En ese momento, nuestras obras se convirtieron en un medio para la expresión del sentimiento popular, uniéndonos a la lucha por la preservación de los valores constitucionales.

Después de completar su formación en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, ¿cómo influyó esta experiencia en su estilo artístico y enfoque creativo?
Esta experiencia influyó mucho en mi trabajo, comencé a usar elementos extrapictóricos como la gasa, la cola y la pasta, que aprendí en el postgrado. Eso se convirtió en una integración que formó parte de mi estilo.

¿Cómo logró ser considerada para participar en la película “Marco Antonio y Cleopatra” en 1972?
La película se llamó “El Gran Centurión: Marco Antonio y Cleopatra”. La actriz venezolana Yolanda Ríos me llevó como modelo ante los príncipes de España, fue una experiencia única que me permitió explorar otros horizontes.

¿Cómo conoce al artista y actor Ángel Haché?
Ángel vivía en la Calle Conde, su familia tenía una tienda de tejidos. Solía frecuentar el Café Sublime, donde conocí a artistas y escritores como Miguel Alfonseca, Grey Coiscou, José Cestero, Armando Almánzar, Cándido Bidó y Pedro García (Perucho). Freddy Ginebra, para entonces miembro del grupo “La Máscara”, nos presentó. Ángel comenzó a escribirme poemas y pronto nos fuimos enamorando. Nuestros caminos tomaron direcciones distintas, pero luego coincidimos en Europa y siempre estuvimos muy unidos, nos tuvimos el uno al otro, un complemento eterno para mi vida.

¿Qué significa esta exposición en el Centro Cultural Perelló bajo la curaduría de Amable López Meléndez?
La exposición en el Centro Cultural Perelló bajo la curaduría de Amable López Meléndez ha tenido un significado muy especial para mí. Primero que nada, ha sido un honor y un privilegio llevar mi obra a la ciudad de Baní, en la provincia Peravia, donde tengo raíces familiares y emocionales profundas. Ver mis pinturas en un lugar que tiene un significado personal tan fuerte ha sido un momento de profunda satisfacción. En cuanto a la curaduría, la selección y disposición de mis obras ha contribuido a destacar aspectos específicos de mi carrera artística. Ha resaltado la evolución de mi trabajo a lo largo de las últimas cuatro décadas, mostrando la diversidad de estilos, técnicas y temas que he explorado en mi arte. Además, ha brindado a los visitantes la oportunidad de apreciar la coherencia y la persistencia de ciertos elementos en mi obra, como la fusión de neofiguración y abstracción, así como mi enfoque en la expresión de emociones y narrativas a través de la pintura. Me siento agradecida por la oportunidad de compartir mi obra con el público de Baní y del apoyo del público.

Anance
La curaduría ha resaltado la evolución de mi trabajo, mostrando la diversidad de estilos, técnicas y temas que he explorado en mi arte”.

Gratitud
Estoy agradecida por la oportunidad de compartir mi obra con el público de Baní, de Julia Castillo como de directora del centro, de todo su personal y de los auspiciadores”.

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