Cristian Tiburcio Peña confiesa que desde pequeño no ha hecho otra cosa más que hacer arte. Declara que fue el maestro Cándido Bidó quien creó conciencia en su familia para que le permitieran hacer lo que él quería: estudiar artes plásticas. “Mi familia no concebía las artes plásticas como una carrera profesional, quizás porque aquí, unos diez años atrás, no existía esa cultura”, recuerda Tiburcio, quien indicó que esto cambió en Bonao, provincia Monseñor Nouel, con la construcción de la Plaza de la Cultura Cándido Bidó. Recuerda que cuando su familia conoció a Bidó entendió que las artes plásticas es una carrera como cualquier otra y de ahí en adelante le ofrecieron todo su apoyo para que pudiera realizar sus sueños de convertirse en lo que es hoy en día, un destacado artista, que siente una gran responsabilidad con preservar el arte en su natal Bonao como pintor, ceramista y escultor.

¿A qué edad te iniciaste en las artes?
Toda la vida he estado involucrado con el arte. Cuando era pequeño vivía siempre aislado porque mi familia no entendía que mi diversión era dibujar, armar cosas, dibujar blocks… Recuerdo que jugaba a dibujar y garabatear las mascotas de mi madre, que era profesora; hasta en los exámenes hacía dibujos. Luego, cuando crecí, estudié arte en la escuela de la Plaza de la Cultura Cándido Bidó. También estudié algunos años en la Escuela de Bellas Artes, pero mis estudios los terminé en la Plaza de la Cultura, bajo la tutela del maestro Bidó.

¿Cómo se da el proceso de tus trabajos?
Cuando se tiene disciplina en el arte uno puede hacer muchas cosas. Siempre me esforcé mucho con el dibujo, considero que esa es la zapata; luego de que te conviertes en un buen dibujante, estás listo para hacer en el arte lo que quieras, escultor, pintor, ceramista. En la escuela nos enseñan lo básico, pero luego uno es quien tiene que buscar su propia identidad, su propio discurso y desarrollar su propia técnica y reglas, ya sea con la cerámica, el mosaico o con la pintura.

¿Cuáles áreas dominas?
Domino cuatro técnicas, como son la pintura, la escultura, la cerámica y el mosaico en madera. Mis exposiciones siempre las presento en todas las técnicas en conjunto. Pero ahora, que estoy envuelto en el proyecto de la Casa Museo Tiburcio, he estado un poco alejado de las exposiciones, porque esto me absorbe mucho tiempo. Pero me mantengo participando en las bienales.

¿Cómo fue tu experiencia al lado del maestro Cándido Bidó?
Conocí al maestro cuando tenía unos 23 años. Cuando comencé a estudiar con él, como a los tres meses, comenzó a prestarme atención; entonces, ahí comencé a trabajar directamente con él. Recuerdo que él venía los viernes a la capital y lo primero que hacía era visitarme a mi taller, ahí durábamos un buen tiempo, en el cual seleccionaba las obras que había hecho, porque yo siempre estaba pintando, y me iba educando. Si el maestro tenía que dar una charla fuera de Bonao o asistir a una exposición en Santo Domingo, me llevaba con él. El maestro prácticamente me adoptó, porque me involucré de lleno con su familia. Esa fue mi escuela.

¿Qué opinas respecto a la nueva generación de artistas?
Siempre sale una camada de artistas, pero hay algunos que se pierden en el camino, y otros que se mantienen, y eso sucede siempre. Los tiempos van cambiando, por ejemplo, antes un artista podía pasar una y hasta dos décadas pintando con un mismo estilo, pero ahora mismo no puede hacerlo porque se pierde, porque la evolución de las artes es muy rápida; entonces, hay que ir creando cosas diferentes al compás de la corriente y mantenerse en movimiento permanente. Por lo tanto, los artistas que perseveran son los que se quedan.

¿Cuál es tu opinión respeto al arte en República Dominicana?
El arte está avanzando muy rápido. Por ejemplo, aquí en la provincia se está dando un fenómeno que no se da en el resto del país, y es que aquí se sigue haciendo arte. El país puede estar en crisis, pero aquí se sigue haciendo arte. Los políticos están haciendo política con la cultura, ellos, obligatoriamente, tienen que involucrarse con la cultura, y eso no pasa en ningún otro pueblo. Eso sucede por el crecimiento que está teniendo la cultura en Bonao; obviamente, eso viene porque Bidó sembró la semilla. Además, se debe a esa camada de artistas que están surgiendo por diferentes vías. Ya tenemos más ceramistas, escultores, pintores… que no solo dan la talla aquí, sino a nivel nacional.

¿Apoya el Estado a los artistas plásticos?
El Estado ofrecerá su apoyo cuando eso le deje un voto. El día que hacer obras de arte deje votos a los políticos, entonces ese día ellos van a apoyar la cultura, de lo contrario, vamos a seguir igual.

¿Por qué dicen que los artistas plásticos son bohemios?
Nosotros somos bohemios porque hacemos y vivimos de lo que nos gusta. Esa es la mejor carrera. Entonces, por eso somos bohemios, porque vivimos y sostenemos a nuestras familias con lo que nos gusta, de lo que te llena como profesional, de lo que te divierte, eso tiene un valor. Es interesante vivir de lo que uno vive.

¿Cuáles son tus planes a futuro?
Quiero expandir mi trabajo hacia los Estados Unidos, que es un mercado que se ha convertido en un reto para mí, y para lo cual ya estamos dando los pasos. También, obviamente, terminar la Casa Museo, que por lo enorme del proyecto, creo que será en unos 20 años, si estamos aquí.

Consideración
Hay muy buenos artistas, pero como siempre, hay algunos que se quedan y otros se pierden, pero los que perseveran son los que se quedan”.

Soporte
Cuando mi familia conoció al maestro Bidó entendieron que esto de las artes era una carrera, y entonces de ahí en adelante me apoyaron”.

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